jueves, 23 de diciembre de 2021

Desbordemocional

 Sólo imagino palabras desafiantes que en mi realidad cobarde no me atrevería a pronunciar.

viernes, 17 de diciembre de 2021

Por las abuelas no romantizadas ni románticas.

 -¿Volvería a casarse con él?- Inquirió el sacerdote frente a la conmovida audiencia eclesiástica congregada para la celebración áurea.

-No- Risas declaradas ante verdades incómodas que resonaron por todo el recinto. Sí, todos pensaron que ella bromeaba después de aguantar 50 años de convivencia diaria con un marido que insistió en inferiorizarla por su escasez de estudios escolarizados. Allá en ese pueblo del norte de Sinaloa, Navolato creo que le llaman, ella creció entre los campos agrícolas y el ganado. Aprendiendo y replicando las enseñanzas de lo que las personas con su sexo debían hacer en esa región. Legado cultural de corte patriarcal, diríamos fríamente con la distancia que el lenguaje académico de taxonomía tiene, nombrando como quien disecciona un animal Otro, extraño a la mismidad de las cosas, y que siempre puede ser colonizado.

Vaya regalo de quince años. Sí, en el mismo día del natalicio, 22 de diciembre, ella se unió espiritual y carnalmente a un hombre diez años mayor. En cada celebración de vida había un suspiro y un trago amargo por los otros 364, marcados diariamente por los escupitajos del hombre de iglesia y figura de decencia, que tuvo más hijos pero no con ella; que abusó de niñas en su sitio de autoridad escolar; que presumía en todos los sitios su impecabilidad moral con su familia, su trabajo y comunidad de la Iglesia. 

Por eso, cuando escucho los dolores de la abuela manifestados en rabia a sus 70 años, pienso que se está sanando de décadas de silencio. Por eso ella merecía ese momento de justicia para ella misma de denunciar públicamente su inconformidad con ese lazo, y todos lo recibieron con risas, aplausos y diciendo que qué ocurrente doña A., si don I. es un pan de Dios y además muy divertido. Escuchar a la abuela en sus recreaciones de momentos traumáticos me permite a mí cartografiar el pasado, no solo de ella sino de muchas otras mujeres de su tiempo. 

Ya casi es 22 de diciembre y esta es la primera vez que escribo sobre esto, pero este año me rondó la idea de hacerlo inteligible porque me acosaba en cada espacio en blanco de mis días. Vine aquí a confesarlo porque me duele en una parte de mi abuela que vive y resuena en mí: llevo su nombre pero construyo otra historia. Cuando pienso en esa voz colectiva de mujeres silenciada me lleno de rabia y siento que sus historias deben sobrevivir para que nosotras podamos aprender de ellas. Porque si ellas no tuvieron una reparación de daños, sino chingazos; no una pauta justa o una escucha atenta, sino amenazas de abandono y muerte; violaciones maritales en lugar de un abrazo cálido de quien se asume como protector y cuidador, pues entonces siento que nos toca a nosotras, porque comprendemos la lucha y resistencia que nos sigue persiguiendo en otras formas. ¿Podemos darle eso a las abuelas? Es decir, ¿la escucha atenta y la calidez de nuestro afecto o inventar la máquina del tiempo para reescribir esas historias?, ¿sería sanador reescribirlas con ellas?, ¿seremos nosotras y las futuras quienes construirán esas narrativas honrando la memoria de las que resisten estas imposiciones violentas? Nos queda construir espacios de aliento y paz entre las nuestras como refugio de la hostilidad inexorable del afuera...




miércoles, 1 de diciembre de 2021

Noviembre, el mes de las publicaciones

Apenas recuperé el aliento. Siento que me sumergí en el océano de la producción académica todo este mes. Aquí dejo el enlace para mi texto "Ideas y prácticas para una educación feminista"  que escribí para un círculo de diálogo sobre "Coyuntura feminista y educación". Y ya publicaron mi artículo "Masculinidades desde y con los feminismos" en la revista REDESS de estudiantes de sociología de la UNISON. Ayer envié el capítulo del libro pendiente para el siguiente volumen de la MEG y estoy constantemente revisando el status del artículo en proceso de revisión para La Ventana.  Lo que sigue es escribir por disfrute, digamos. Trato de respirar y seguir escribiendo en el caos. Quizás siento en el fondo que si dejo de escribir me vaya a volver loca (más [¿se podrá?]).

Hoy tuve mi examen para el doctorado y fue complicado. Las preguntas eran precisas y al mismo tiempo permitían respuestas-ensayos. Apenas pude contestar todo en tres horas que se fueron fugazmente. Siento y tengo mucho en mi cabeza, necesito comprarme una libreta. 

Hoy es día mundial del VIH y SIDA, y me martillea la cabeza saber que debo ir a hacerme una prueba.

Hoy B. me regaló unos tenis para volver a correr. Ojalá me lleven lejos.

domingo, 28 de noviembre de 2021

Kerido diario

 Estoy un poco melancólica. Llevo días pensando en la ambivalencia de sentires frente a la agencia sexual fincada en ideas feministas, pero que no quitan la persistencia de saberse o sentirse consumida por los vatos con quienes se tiene intercambio de placer.


¿Te fijas que empecé narrando en primera persona y luego me desasocié?

En efecto. Suelo luchar contra esas ideas que se agudizan semanas después de tener sexo "casual". ¿Es que es imposible que un vínculo persista después de eso? Y no me refiero a algo que lleve a la exclusividad sexual o afectiva, sino, quizás, como acto de trato digno. O quizás solo soy yo, esperando mucho del mundo, como siempre. 

lunes, 22 de noviembre de 2021

Uno de esos días

Hoy B. me manda mensajes de Whatsapp para decirme lo deprimido que está. 

Hoy B. me hizo recordar por qué Beginners me mueve tanto. Sobre todo en la escena donde Ana recrea una llamada telefónica con su papá que le habla para contarle que quiere suicidarse. 

Pocos espacios he tenido en mi vida para hablar de eso. Es delicado porque la prioridad es B. Siempre B. 

Hoy, más temprano, mi mamá y yo platicábamos sobre la visita del abuelo paterno ayer. Compartimos la reflexión de que él se siente culpable por su crianza violenta y ahora no sabe cómo resolverlo. Todxs sus hijxs, a excepción de la tía L. que es un dulce, tienen rencor hacia él. Lo demuestran con sus actos y sus palabras, aunque digan lo contrario. El abuelo derramó unas lagrimitas ayer. Mi papá mesuró su voz. Yo me quedé con ganas de decirle que no sé cuánto me aguantaría si yo le llegara a hablar en 20 años como ahora él le habla al abuelo. Me reservaré ese comentario para alguna ocasión especial. En fin, mi mamá se puso sensible por el tema y me dijo que toda la familia debimos tener atención psicológica. Hizo énfasis en mí. Y pues, no sé, no puedo imaginarme mi vida siendo de otra forma. Haber estado al margen de la atención -aunque no del todo- me hizo independiente, responsable y resiliente. 

El teléfono sigue vibrando con mensajes tristes de B. y yo ya tengo la cabeza saturada de trabajo. A veces siento que mi propia cabeza es una mansión donde trato de ver cuál es el mejor cuarto propio. Acabo de recordarlo: ruido blanco. 

jueves, 11 de noviembre de 2021

¿Por qué la necesidad del cierre?

Ayer mientras batallaba para dormir me disolvía en especulaciones como siempre. Pensaba en mi necesidad de inventarme los finales, de crear cierres. Alguna vez le dije a G. en una borrachera en la que ella estaba muy triste: "Escoge la versión del final que te haga sentir mejor". Así que aquí estoy yo, dándole vueltas al final de una breve historia para acomodarme mejor los sentimientos. Es como una antología en mi cabeza. Cosa curiosa: siempre he amado los finales abiertos, precisamente porque la posibilidad detona la inventiva.



martes, 9 de noviembre de 2021

Querido diario/Breve carta a L.

Hoy me siento cursi. Platicaba con D. y le contaba que después de coger placenteramente con un chico que me gusta mucho -incluso no sé si cogimos exactamente porque siento ese verbo como algo despojado de afectividad y me da náuseas referirme a ese momento como "hicimos el amor", lo que hicimos siento que fue otra cosa- ya no creo que pueda volver a tener sexo "casual" -me entristece referirlo así-, o por lo menos no pronto. Esperamos quince meses por conocernos en persona y quizás por eso lo disfrutamos tanto. Aún imagino y siento su presencia a mi lado en las mañanas o cuando me voy a dormir. Algo nuevo para mí, o relativamente nuevo, porque es revisitar un sitio sexo-afectivo que había estado intacto por un par de años o quizás más -en algún momento coger con H. ya no se sentía lindo, solo era como recitar una obra de teatro por centésima vez, era disfrutable, como los aplausos que anuncian el final, pero ya no sabía a nada la verdad. 

Y bueno, hoy siento enfatizada mi cursilería aunque quizás me haya perseguido por días y hasta hoy afloró hasta cristalizarse en letras. Mientras escribo esto me pregunto si tal chico me leerá. Pienso ahora en 62/Modelo para armar cuando Marrast escribe una carta a Tell y saluda a Juan porque sabe que seguramente leerá esa misma carta. Entonces: 

"Hola, cómo te va, L. Ojalá me escribieras. Siempre me ha gustado leerte. Quizás es porque fue la forma en la que nos conocimos y, para infortunio mío, el análisis del discurso me ha llevado a sobrepensar algunas de tus palabras por el impacto que han tenido en mí. Eso no te lo dije en persona; digamos que sentí que era bochornoso. Tengo memorias tan nítidas de nuestras conversaciones como de nuestra única noche juntxs. Tan nítidas que te asustarías, así como yo me asusto cuando pienso en tus manos y me recorre una calidez que también inicia en mis manos. Nuestras manos: mi mano derecha y tu mano izquierda entrelazadas, primero entre nosotrxs y después acompañando el compás de tu corazón en el pecho. Qué fortuna estar viva y atesorar el afecto y la ternura de ese momento. También me quedó en la punta de la lengua comentarte que leí pocas páginas de tu novela, pero que la imagen d«los obreros que lubrican las máquinas con su propio sudor» me pareció fascinante. En fin, no quería sonar como una obsesiva. A veces me acechan pensamientos de ansiedad, cosa que tampoco quise comentarte. Imagínate: yo te quería cerquita y mucho de lo que quería contarte sentía que harían que te alejaras, literal y figurativamente. Aunque la distancia en sí era irrevocable. Quizás, si pudiéramos actuar ese tiempo compartido en retrospectiva, me quedaría con tu «try me», si es que lo dijiste así de camino a tu trabajo en tu coche, cuando te conté con pena lo que no sabía si te había mencionado durante esa noche o si solo se había quedado en mi cabeza. Con ese «try me» yo hubiera sabido que había una luz verde para platicar lo inusual y lo absurdo, esos temas que amo tanto y que no encuentran cabida en todos mis intercambios personales. Mi ansiedad corre más rápido que mi racionalidad. Por eso temía que si no nos caíamos bien o la noche no daba para más o yo metiera la pata como suelo hacer, no tuviera un sitio a dónde correr. Porque siempre pienso en correr. Sobre todo cuando la compañía es tan insoportablemente atractiva por todos los sentidos. Qué te cuento, es una de las paradojas que me habitan. Una de tantas que me gustaría empezar a contarte. Pero, digamos, son los escenarios que estoy acostumbrada a hacer. Mis encuentros más significativos suelen ser efímeros, quizás esa marca es la que les otorga esa valía. Es la casualidad con sentido y afectividad. Quizás mi condición nómade -por donde se vea- me impregna al grado de anticiparme la nostalgia por saberme, siempre, en sitios de paso. Por eso también quiero que sepas que no me podía dormir porque seguía incrédula y sentía que quizás estaba soñando. No podía creer que hubiéramos creado algo tan lindo y compartido, al fin, el mismo espacio, la misma cama. Incluso lloré un poquito viéndote dormir. Supongo que fue mi forma de decirte adiós y gracias. Qué rara soy, apenas nos encontramos y yo ya me estaba despidiendo. En fin, qué deleite haber coincidido."

Entonces aquí estoy, escribiendo líneas patéticas porque quizás solo puedan vivir a través de la lectura de L. Cosa difícil, mas no imposible. Cuestión de curiosidades, como las que yo suelo tener. Igual son como mis pequeñas botellas al mar; contenedores emocionales que navegan ahora por la vastedad del ciberespacio, por donde también fue posible encontrarnos. 



De Cristina Peri Rossi


domingo, 7 de noviembre de 2021

Sitios de LIJ

Aquí podrás leer recomendaciones de títulos de Literatura Juvenil.

Aquí un índice por temas pero para infancias y /o juventudes.



viernes, 24 de septiembre de 2021

Hoy escuché esta conferencia de Luz Aurora Pimentel y casi lloro


 Y quise hacer este ejercicio de feminizar el genérico masculino que Cortázar utilizaba, como muchxs otrxs.

"Siempre seré como una niña para tantas cosas, pero una de esos niñas que desde el comienzo llevan consigo a la adulta, de manera que cuando la monstruita llega verdaderamente a adulta ocurre que a su vez ésta lleva consigo a la niña, y nel mezzo del camin se da una coexistencia pocas veces pacífica de por lo menos dos aperturas al mundo.

   Esto puede entenderse metafóricamente pero apunta en todo caso a un temperamento que no ha renunciado a la visión pueril como precio de la visión adulta, y esa yuxtaposición que hace al poeta y quizá al criminal, y también al cronopio y al humorista (cuestión de dosis diferentes, de acentuación aguda o esdrújula, de elecciones: ahora juego, ahora mato) se manifiesta en el sentimiento de no estar del todo en cualquiera de las estructuras, de las telas que arma la vida y en las que somos a la vez araña y mosca.

   Mucho de lo que he escrito se ordena bajo el signo de la excentricidad, puesto que entre vivir y escribir nunca admití una clara diferencia; si viviendo alcanzo a disimular una participación parcial en mi circunstancia, en cambio no puedo negarla en lo que escribo puesto que precisamente escribo por no estar o por estar a medias. Escribo por falencia, por descolocación; y como escribo desde un intersticio, estoy siempre invitando a que otras busquen los suyos y miren por ellos el jardín donde los árboles tienen frutos que son, por supuesto, piedras preciosas. La monstruita sigue firme."


miércoles, 22 de septiembre de 2021

Querido diario:

Las estructuras profundas del patriarcado en mí se manifiestan cuando siento la necesidad de explicar que estoy haciendo algo. No solo para lxs demás, sino para mí misma. Ya en dos semanas presentaré mi examen de grado, estudio para ello a la par que preparo un nuevo protocolo de investigación. Acabo de terminar un artículo para una revista de la uni y envié otro para otra uni; me preparo psicológicamente para argumentar una solicitud de cambio en uno de mis textos para otra uni; practico francés por lo menos una hora diaria desde hace 22 días, es decir, desde que me operaron. Me siento más sola y más "productiva" (palabra que odio por estar en el campo semántico del capitalismo) que nunca. Al mismo tiempo estoy feliz de poder avanzar con mis propias herramientas intuitivas en el mundo y me siento afortunada de tener a mis mapás. Ayer, por ejemplo, fui con K. a ponernos la segunda dosis de la vacuna y, cinco minutos después de que me la pusieran, se me bajó la presión y tuvieron que llevarme en silla de ruedas con lxs paramédicxs. Resulta que desayunar avena con fruta es demasiado ligero para una mañana de vacunación. Me revisaron la glucosa, me pusieron el oxímetro, tomaron mi presión y me dieron un suero. Me hizo pensar de nuevo, en la importancia de las labores de los cuidados, sentirse vulnerable y dejarse llevar es cosa de otro mundo. Jamás me había pasado estar al borde de perder la conciencia con desconocidxs (K. estaba sentada relativamente lejos de mí pero pudo aproximarse). En fin, días desastrosos, a veces no le encuentro ni patas ni cabeza a esta vida que trato de construir. Incluso siento como si tratara de armarla con pastiches inútiles, como si fueran trozos de cinta en una tubería a punto de colapsar. ¿Así me siento? Quizás sí pero trato de convertir todo eso en algo que me dé un sentido de vida. 

jueves, 9 de septiembre de 2021

Querido diario

Me pregunto si en algún momento de mi vida pensaré en esta fase transitoria y me preguntaré de dónde saque fuerzas para hacer lo que hago o si simplemente hago lo mínimo indispensable. 

Me operaron la semana pasada. Moría de miedo y ansiedad. Todo salió bien, la cirugía, la recuperación, los resultados de patología de la biopsia del quiste. Ya puedo movilizarme más e incluso en cama no dejé de practicar francés un solo día. 

Acabo de terminar un artículo al que le estuve dando más vueltas durante días que lo que realmente me costó sentarme a darle forma. Hoy comienzo una novela y mañana envío el artículo. A partir del fin de semana trabajaré más en el protocolo de investigación para postularme al doc. Compré mi vuelo para octubre. Solo de ida, aún no sé cuándo volver. Fecha de examen de grado casi formalizada aunque ya agendada. 

Sigo sintiendo que solo veo la vida pasar y eso no me baja la amsieda... Sigo perdiendo cabello y mordisqueándome las uñas. ¿Qué rayos voy a hacer?

lunes, 23 de agosto de 2021

Querido diario:

 Llevo días pensando y esta entrada es para recordarme momentos que deberían inspirarme para intentar cosas nuevas, enfrentar nuevos retos, sentirme capaz y merecedora de ellos. Ha llegado el momento en el que debo creer, de veras, en mí misma.

-Tengo los privilegios suficientes para llegar hasta donde estoy, y he tragado y escupido en la cara patriarcal mis mismas limitaciones. La maestría es como un resumen de ello. Es haber solventado una deuda con mi pasado, sanar heridas de mi adolescencia. 

-Siempre me dicen que escribo muy bien. Me lo dijo mi director de tesis de licenciatura, me lo reiteró mi directora de tesis de la maestría, lo dicen mis compañerxs y una de mis sinodales dijo que mi tesis de maestría está en nivel de calidad de un doctorado. Puedo y estoy lista para enfrentar el reto. 

-Leo a pensadoras como Sara Ahmed y me siento acompañada. Sus palabras representan ese mismo libro de compañía del que ella habla. Comparto la experiencia de las preguntas incómodas pero muchas de ellas las he pasado. Después de leerla no sé si mi interacción social vuelva a ser más o menos la misma. 

-Recuerdo que cuando elegí mi tema de tesis de la licenciatura tuve inquietudes profundas acerca de cómo hacer crítica literaria feminista demandaba más que denunciar la presencia del patriarcado en las obras como tarea de nuestro tiempo. Es decir, yo podría generar infinitos textos donde aborde cómo se ven las relaciones patriarcales en cada obra literaria simple y sencillamente porque el patriarcado sigue estando vigente. Con el tiempo se ha ido adaptando a los cambios culturales pero la médula continúa ahí y es nuestro trabajo ver las nuevas formas que cobra. Uno de mus objetivos era poder hacer una lectura de la Maga más allá de esa mirada patriarcal, poniéndola en diálogo con la estética cortazariana para exponer la necesidad que existe de la sensibilidad subestimada al lado de la razón. Siguiendo las dicotomías del sexo-género (pensamiento moderno) y en análisis que se limitan a asimilar esos binarismos, claro que hay sitios simbólicos que ocupa Lucía si solo lo vemos desde el género. Sin embargo, si problematizamos esas dicotomías de la herencia cartesiana y nos preguntamos por qué esos sitios debemos reafirmarlos como inferiores entonces estamos dando la vuelta de tuerca. ¿Por qué y para quién son inferiores? En fin, es pensar en la reivindicación o resignificación de los espacios simbólicos que se han feminizado. Así como lo señala Silvia Federici, Sara Ahmed (con el giro emocional o afectivo) y, creo, Rosi Braidotti desde su mirada postestructuralista. En fin, digo todo esto para motivarme sobre por qué mis intuiciones me llevaron a caminos que otras pensadoras ya habían transitado, donde hallé que mis inquietudes tenían eco y trazan otras miradas. Me sentí abrazada al leerlos y me sentí más encontrada, reafirmada y segura de mis intuiciones. Estoy esperando esa voz de la intuición o esa señal que me nace de las vísceras para empujarme a convencerme de un proyecto o una idea. Ahora mismo creo que lo siento. Ojalá esta agua de río encuentre su cauce hacia otro viaje epistémico que derive en algo más asequible, hacia otra materialización de las palabras...

-Tengo miedo de postularme. Reconozco que es una cuestión de ego: académicamente siempre he obtenido lo que he querido; soy seleccionada para los programas a los que aspiro pertenecer. No quedar puede ser otro logro cumplido o una lección de vanidad ególatra aprendida. Realmente no sé si la necesito porque siempre estoy en posición 50/50 y doy lo mejor de mí de la manera más sincera que puedo. 

¿Será posible que las personas inteligentes se den cuenta de que lo son? Nunca me he sentido lo suficientemente lista pero siempre me lo repiten. Supongo que también es relativo y depende de cómo se percibe esa inteligencia. Pienso que me ha importado más ser crítica (killjoy) que demostrar mi inteligencia. La crítica puede asomarse en los momentos más banales; la inteligencia me parece elitista, sobre todo si es un acervo memorial de datos rebuscados. 

Voy a tragar una bocanada de aire, la más grande de mi vida y voy a dar el salto. Quizás salga pronto y busque otros caminos, o quizá me quede en las profundidades un rato. Hay cosas que en la superficie no puedo encontrar. No quiero acomodarme en la contemplación. Necesitamos actuar. 

jueves, 19 de agosto de 2021

Querido diario,

Una vez conversaba con una amiga sobre eso que muchxs dicen de que toda opinión es válida. O quizás más sobre nuestro derecho a opinar de lo que sea, ya saben, libertad de expresión y esas cosas. Yo creo que también podemos reservarnos el derecho a opinar de todo -me ocurre cuando no me siento lo suficientemente informada y no me da pena reconocerlo-, pero a veces me preocupa que nos orille al silencio como complicidad. ¿Cuándo ya reúnes los requisitos para que tu opinión sea válida?, ¿válida para quién/es?

Hablar de Algo es hacerlo presente aunque al mismo tiempo que lo ponemos en la mesa se hacen evidentes los sitios desde donde vienen. Como todo, nos formulamos opiniones que están estrechamente vinculadas con nuestra experiencia en el mundo. Hay algunas estructuras de las que nos percatamos y procuramos desaprender, pero hay otras que nos sorprenden como huéspedes normalizados en el espacio de nuestra subjetividad. Me sigue y seguirá pasando. Estructuras potentes se van reorganizando para sobrevivir en nuestra cultura a través de su socialización y normalización. Me pregunto hasta qué punto yo podría ser capaz de renunciar a sus estragos en mí como beneficio de una "buena" -relativo, sabemos- conciencia.

Ojalá yo tuviera una receta para deshacernos de la necesidad de crear jerarquías e inventar sitios de poderío. Las ideas de superioridad y solidarización con sociedades que, asumimos, en "desventaja" o "vulnerables" según la mirada privilegiada de quien tiene los recursos para "ayudar", también ha tenido resultados difíciles de lidiar. Una práctica paternalista que implica un "Yo sé mejor qué es lo que a ti te pasa y te diré cómo resolverlo" sin preguntar antes qué necesitas para resolver esa situación. Esto, ahora que lo reflexiono, tiene dimensiones muy variadas, desde el acompañamiento a una persona o una comunidad, por ejemplo.

A mí me gusta escuchar lo que las personas tienen para decir aunque no esté de acuerdo de entrada. Cuando reconozco mi resistencia trato de abrir mi cabeza porque me ayuda a comprender mejor que los conflictos no tienen dos efectos, buenos y malos, sino muchos matices en ello. Todo depende de las perspectivas. Cada quién ha contado cómo le fue en la feria, en pocas palabras.

Espero que cada vez podamos crear más sitios dónde escucharnos para comprender en lugar de sostener conversaciones acaloradas para defender celosamente nuestras ideas. Escribiendo esto entiendo más: esa necesidad de defender es por la necesidad de validación y reconocimiento que sentimos que nuestras ideas, en calidad personal (ego), merecen. Por eso duele y/o avergüenza que se rían de unx cuando comparte lo que piensa -y siente.

Reflexiones de una Sarita que lleva rato dándole vueltas al asunto. Que tengas un lindo día 🙂 

martes, 10 de agosto de 2021

Recuerdos

En estos días viene a mí un flashback de la infancia. Es un recuerdo de los pocos que tengo y es significativo. 

Era enero del 2000 y yo me acerqué a mi profesor con mi cuaderno para preguntarle si era correcto escribir "del 2000" en lugar de "de" como hacíamos el año anterior cuando asignábamos la fecha. Ejemplo: "15 de diciembre de 1999". El profesor pensó por un momento y contestó afirmativamente.

Y bueno, el recuerdo es relevante porque es de los primeros que tengo que se relacionan con mi sensibilidad de lenguaje. O cuando paseaba en la parte trasera del auto de mi tía C. y leía todos los espectaculares porque acababa de aprender a leer. 

Solo, y afortunadamente quizás, recuerdo a buenxs adultxs en mi infancia. Pero ahora que leo a Mónica Ojeda, concretamente el cuento "Caninos", me hace sospechar de mi propia memoria. Es decir, si algo se esconde en el inconsciente que no me atrevo o no soy capaz de consultar... Incluso, quién sabe, podrían ser meras ficciones de mi memoria.


domingo, 8 de agosto de 2021

Querido diario: Soy madrina de libros.

Hoy fue cumpleaños de mi mamá. Un regalo de la vida fue que coincidiera con una visita familiar, cuyas ramas en el árbol genealógico son difíciles de explicar pero donde el cariño es genuino y cálido. Bueno, vino la esposa de un primo con sus tres hijas. Yo apenas las conocí a las dos más grandes porque con la pequeña ya había platicado en alguna ocasión. El caso es que una de ellas -que tiene 13 años- comparte el hábito de la lectura. Así que con toda la emoción del mundo la invité a conocer mi pequeña -modestia aparte- biblioteca. Hablamos un poco sobre lo que le gusta leer y me comentó que nunca había tenido un libro, todo lo lee en su teléfono. Sentí unas ganas inmediatas de llevarla a alguna librería de la ciudad para que escogiera el libro que quisiera, sin embargo, era difícil hacer eso justo porque estábamos en el festejo de mi mamá. Lo mejor que se me ocurrió es regalarle aproximadamente diez libros variados para que tuviera qué leer por el resto del año. También le pedí que me contara con total confianza y honestidad qué le habían parecido. Ojalá en su próxima visita le pueda regalar más. 

Después de ese momento de intensidad de mi parte en mi demostración de amor por los libros, me fui a prepararles cafés a todxs y a partir el pastel. Fue un día que me removió algunas cosas de mí que apenas estoy tratando de descifrar.

miércoles, 4 de agosto de 2021

Mónica Ojeda nos dice:

Para mí escribir es un ejercicio de detener el tiempo, que es una apisonadora. Y a veces, cuando empiezas a escribir, se ensancha. Y puedes pensar en cosas que te han pasado, cosas que has sentido, cosas que le han pasado a tu cuerpo… Y ponerle palabras es un ejercicio de tratar de atajar lo que parece que se te está escapando.


De una entrevista que El País le hizo a Mónica Ojeda (siguiente lectura literaria para la círcula). La puedes leer aquí.

martes, 3 de agosto de 2021

Post it virtual

En el mundo de Sara tratamos de resistir tanto al feminismo hegemónico como al patriarcado, dictaduras ideológicas dicotómicas pero hambrientas de poder por donde se vea.

lunes, 2 de agosto de 2021

Querido diario:

Estoy pensando mucho en mis problemas con el ligue con hombres específicamente. Hoy estuve viendo algunos memes creados desde la experiencia de las mujeres en un tono sexual bastante afirmativo. Volvemos a las dualidades y a la cosificación de los varones a través de la sinécdoque pseudo cómica de valorarlos por su pene y que incluso propone una metonimia risible. Tema para otra entrada, si me da la gana. 

Vuelvo al punto. Mi problema central entonces es que yo no puedo ligar ni coquetear en los términos tradicionales porque todo es un juego de poder. Es ver quién resiste o cede más, quién gana y quién pierde, a la voluntad de quién estamos. Todo es una lucha de egos. Que si dices que sí a la primera eres una fácil, que si dices que no, estás haciendo perder el tiempo. Digamos que todo eso tiene un valor que solo habita en nuestra subjetividad individual pero no la creo tan desprolija de otros asuntos. Eso me recuerda a un tema sobre el que reflexioné en el pasado y que compartí también en este espacio. Creo que la siguiente pregunta lo sintetiza muy bien: ¿de qué sirve que las mujeres nos reapropiemos de nuestra sexualidad con mucha agencia y "empoderamiento" (como algunxs le llamarían), si los varones nos siguen percibiendo desde el policonsumo de cuerpos? Yo sé que esa percepción masculina no podemos cambiarla en la dimensión particular del sexo en una pareja heterosexual, pero me da para pensar entonces cómo gestiono mi sexualidad. Cuándo deben advertirme todas mis amigas de ser muy "fácil" porque no me "doy a desear", es decir, no me interesa  jugar los juegos del poder, ver quién tiene la batuta, quién demuestra más interés. Ejemplos: quién saluda primero a quién, quién propone un encuentro primero, cuánto tiempo debes esperar para contestar un mensaje, cómo debes vestirte en esas citas, qué se supone que esperes en encuentros posteriores. Qué hueva tantas reglas en un juego ambiguo donde, además, es ultra evidente la pretensión estúpidamente velada por hacerse lxs desinteresados, lxs que no quieren nada serio, lxs que ni siquiera hablan de lo que quieren ni en el sexo ni en otra clase de vínculo afectivo. 

¿Por qué los hombres cuando las mujeres nos insinuamos sexualmente sienten el miedo y la necesidad de aclarar que no quieren que una se enamore de ellos? Pues porque la sexualidad femenina siempre ha estado relacionada estrechamente con el amor. Es decir, solo la ejercemos cuando estamos enamoradas de alguien, según dicta la tradición y la moral imperantes de raíz profundamente patriarcal. Parece imposible imaginar aun en la actualidad que una quiera tener sexo por el mero placer de tenerlo con quien una quiera, cómo una consienta y cuando una lo desee. Desde mi trinchera ya trato de desdibujar esas narrativas pero siguen estando ahí, en el subconsciente del imaginario social. Es difícil, muchas veces, ir contracorriente pero, al menos para mí, no hay otra forma de transitar estos cauces de la existencia.

domingo, 1 de agosto de 2021

Fragmento del cuento "Piel de Asno" de Giovanna Rivero

Hay que temerles a los hechos fortuitos, recubiertos de inocencia. Ellos son las delicadas piezas de un rompecabezas cuya totalidad toma demasiados años en revelarse. Si falta una pieza, uno puede terminar en el fondo de un río o bajo los reflectores de un escenario; es justamente esto último lo que sentí la primera vez que canté profesionalmente con la banda góspel, que una mano bondadosa me había agarrado como a un cachorro del cuero del pescuezo y me había rescatado de la profundidad de una ciénaga. Es que los ríos pueden ser maravillosos y siniestros, y por eso todavía los necesito. Disculpen si salto como entre las piedritas de un camino mientras desarrollo mi testimonio. Nunca he sido buena con el orden de las cosas; a veces cuento primero las consecuencias o las confundo con las causas.


La semana pasada leímos el cuentario Tierra fresca sobre su tumba (2021) de la escritora boliviana Giovanna Rivero y fue una parsimoniosa delicia. T. lo dijo muy bien durante la sesión: estilo "sofisticado", super cuidado y se ve que bastante trabajado. Esta obra da para plantear el estado actual del género fantástico latinoamericano en una narradora más. Qué felicidad. 

Volví

 Y tengo la cabeza revuelta y cinco dramáticos kilos más en mi cuerpa. Urge volver a la rutina porque se resiente bien cabrón. Pero no será posible, creo. Hay que programar la cirugía, supongo que esa podría quedar para la próxima semana o finales de esta. Qué miedo pero ya quiero dar este maldito paso que no me deja avanzar más. Las vacaciones estuvieron bastante bien aunque más extensas de lo que hubiera querido. Ya me urgían mis ratos de soledad. En todo el ocio metí la pata y le escribí, como dije en mi entrada anterior, a más de un vato que no debía. Siempre haciendo lo que una no debe, ¿por qué funciono contrariada con mis deseos? Sigo limpiando el escritorio mental, necesito seguir leyendo más y pensando todavía más en mí en lugar de en tantas pendejadas... Lástima que son tan entretenidas y, con algo de suerte, deliciosas. 

Post it: Ya chole

Cada vez que hablo con ese sujeto me siento como el emoji del payaso. Ya debo dejarlo. Me siento tan perdedora como en la secu o incluso peor, porque ni siquiera lo conozco ni creo que vaya a hacerlo. 

domingo, 18 de julio de 2021

De paseos y vida

Hace unos días volví de mi viaje a la Cdmx. Tuve un flujo de emociones interesantes pero en el subsuelo de todo estaba la amsieda. Retomar la libertad fue algo lindo y en ocasiones complicado. Anduve errando por sitios antes desconocidos, como la Condesa, la Roma y Polanco. Viajé en metro con los sentidos alertas y caminé por Buena Vista sin saber bien de qué zona se trataba para toparme con la majestuosa y cerrada biblioteca José Vasconcelos. Fui y vine con Av. y An. un par de veces. Tomé mucha ginebra, comí alimentos deliciosos, caminé, me metí a cafés, comí postres y hamburguesas, dejé de pensar en calorías por una semana -y qué rápido se acostumbra una- y vi paisajes urbanos preciosos. Me relajé un poco y confirmé lo difícil que sería para mí vivir en una ciudad como esa, de tanto ajetreo y ruido. Ahora me estoy tratando de depurar un poco, pero ya vienen los 29... Esta vez sí quiero festejar porque desde hace años no estoy en una ciudad con amigxs y familia. Quiero reír mucho y sentir amor, recargar energía para los meses de amsiedad, estrés e incertidumbre que se aproximan. 

     Es increíble que ya todo haya pasado...

lunes, 28 de junio de 2021

De expresiones raras que en realidad son propuestas sexuales

Conocí a un chico inconveniente en momentos inconvenientes y me hace reír genuinamente. Pocos me han atraído tan de inmediato. ¿Me dejaré perder?, ¿qué es esto de esperar?, are we playing games? Maldita sea! Hoy el día ha estado lleno de insinuaciones por todos lados pero me resisto a ir tan rápido como siempre. Por ejemplo, terminé Sacrificios humanos de Ma. Fernanda Ampuero y en uno de los últimos cuentos asocia el orgasmo con la muerte: 

"La primera vez que lo hizo, lo de lamerle el coño como una perra lame a sus cachorros, ella creyó que iba a morirse y se murió. Después de la sorpresa del placer, de la lucha por alcanzar y abrazarse a la luz, del espasmo que da y quita el sentido, vio todo negro y después estrellas".

Él me dijo que me iba a matar en el sentido sexual y raro de la frase. Quite sexy indeed. So now I'm here, swallowing the desire!

viernes, 18 de junio de 2021

Querido diario

 Ya vamos cerrando este ciclo. Hoy fue la graduación de la maestría y me manifesté virtualmente. Aburrido y poco emocionante desde esta modalidad, la neta. Ni siquiera siento que sea real. Creo que solo me puso feliz saber que mi tesis ya fue aprobada por el consejo, lo cual es un excelente indicador de progreso y acelere de trámites para obtener mi título.

Odio las formalidades y a veces siento que mi escritura lo contradice. En realidad escribo mejor de lo que hablo, siempre lo he pensado. Una persona ultra políticamente correcta me calificó como muy políticamente correcta. No sé dónde me deja eso en realidad. Supongo que solo me gusta ser amable, pero en ambientes tensos de reverencia y solemnidad me agoto mucho anímicamente. Me gusta sentirme en espacios y personas donde puedo ser relajadamente yo. Ay, qué lástima, ya no me quedan muchxs, si es que queda alguno. 

miércoles, 9 de junio de 2021

Fragmento de Vivir una vida feminista (2018) de Sara Ahmed

Vivir una vida feminista es convertirlo todo en algo cuestionable. La cuestión de cómo se vive una vida feminista está viva como cuestión y es una cuestión de vida.

Si nos hacemos feministas debido a las desigualdades y las injusticias del mundo, debido a lo que el mundo no es, ¿qué clase de mundo estamos construyendo? Para construir moradas feministas es preciso desarmar lo que ha sido armado previamente; necesitamos preguntarnos contra qué estamos, a favor de qué estamos, con plena consciencia de que este sujeto plural que somos nosotras no es un cimiento, sino aquello por lo que trabajamos. Cuando entendamos qué es lo que queremos, estaremos entendiendo qué significa este nosotras, este esperanzado significante que constituye una colectividad feminista. Donde existe esperanza, existe dificultad. Las historias feministas son historias de la dificultad de este nosotras, una historia de quienes han tenido que luchar para ser parte de un colectivo feminista, o incluso han tenido que luchar en contra de un colectivo feminista para defender una causa feminista. La esperanza no existe a costa de la lucha, sino que anima la lucha; gracias a la esperanza percibimos que tiene un sentido de ilustrar las cosas, y trabajarlas. La esperanza no solo, o no siempre, mira hacia el futuro, sino que también nos remolca cuando el terreno es difícil, cuando nos cuesta más avanzar por el camino que seguimos. La esperanza nos respalda cuando tenemos que esforzarnos porque algo sea posible.

lunes, 7 de junio de 2021

¿Deseos?

Soñé con M. por segunda vez. Nos soñé en su casa materna que no se parecía del todo pero sí se sentía igual. Escuchaba la voz de la letra silenciosa acercándose con su elocuencia característica, pero no lo veía. Se detenía en el umbral de la habitación y yo tranquila. M. le contaba de un nosotrxs que para mí no existe y yo me reía con desconfianza, pensando en qué tramaba. Comenzaron a discutir pero no recuerdo palabras como tal; no sé si había enojo o valinez, creo que fue más una mezcla de ambas emociones. Yo estaba alegre y desconcertada. Pura paradoja, inverosímil, creo. Luego desperté. A veces me pregunto por qué M. ya no me escribe, supuse que éramos amigxs pero veo que el sexo cambia todo; además fue un sexo con feeling, al menos para mí. En fin, ya no le voy a preguntar nada a ese pasado.

jueves, 3 de junio de 2021

Querido diario,

Hoy me ha dado vueltas en la cabeza que lo más cabrón para desaprender el machismo, el racismo y el clasismo está en que muchas personas replican esas estructuras sin saber que están siendo, precisamente, machistas, racistas y clasistas. No sé, se vuelve como el punto ciego en la cultura por la normalización del asunto. ¡¿Cómo esperamos que dejen de serlo o le bajen si ni siquiera saben qué es el machismo, el racismo y el clasismo?!

Algo así como la onda de la gordofobia. Estoy neta casi un 99% segura (lojuroporelriotgrrrl) de que si les preguntas a las personas que compulsivamente replican los discursos gordofóbicos dirán que el asunto no va por ahí, que nada qué ver y tal. Un ejemplo son quienes se esmeran en reconocer como únicamente saludables a los cuerpos delgados, estigmatizando así las corporalidades que no se ajustan a esos parámetros (ahórrense los discursos de la salud, neta, ya me tienen harta y aunque algunos tienen sentido, para mí, no justifican los efectos).

En el caso del machismo pues ni reconocen sus prácticas machistas porque #quéretrógradowe desde las posiciones ultraprogresistas (sí, ajá, consultar a Nacho Progre para más info). O el pinche clasismo que me deja neta sin palabras. ¿Neta en sus modelos aspiracionales del éxito capitalista creen que son de clase media? Si consultamos estadísticas la mayoría se sorprendería... O para quienes racismo solo es igual a la discriminación a lxs negrxs y como "no hay negrxs en México" pues aquí no hay tal cosa -ajá- pero sí tenemos prietxs, ¿no? 🙂. Que la palabra en sí ni debería suponer un insulto, como llamar oaxaqueñx o chiapanecx con interés de insultar cuando solo atiende a un gentilicio. No obstante, acá en el estado etnocentrista de Sonora, desde mi infancia escucho esas expresiones con intención de ser ofensas hacia otrxs.

Fin de la transmisión.

sábado, 29 de mayo de 2021

Felina Fanzine

Esta es la portada del primer número de la fanzine de D. En ella encontrarás textos en los que reflexionamos acerca de la escritura de mujeres o escritura feminista. Yo colaboré con el que lleva por título "Polifonías a la orden de la inventiva literaria". Puedes descargarla aquí.



Querido diario

 Estoy menstruando. Es una novedad porque han sido meses difíciles de menstruación. ¿Cómo podría saber si esto me ha afectado al grado de ponerme emotiva o es que la realidad en sí me da para eso? En breve: se cierra el ciclo.

S. estuvo aquí unos días y hoy se fue. Su compañía vino a desempañarme un poco el vidrio de los ojos que me urgía limpiar. Eufemismos para animarme a llorar otro poquito más. S. me escuchó como el buen amigo que siempre ha sido; me acompañó en la cumbre del estrés y celebró mis logros conmigo. Su presencia ha sido un regalo de la universa porque en verdad lo envió cuando más necesitaba a un amigo cerca, uno de esos que me han visto crecer en los últimos años y que de alguna forma nunca ha desaparecido. Lo quiero un montón. Platicamos mucho cuando se pudo y me siento feliz de poder compartir este fragmento de mi vida con él. Hace que todo sea más fácil en la urdimbre de mi cabeza. Nomás de pensarlo ya empiezo a llorar otra vez. 

Hablamos y le conté todo de golpe, todas las emociones y me escuchó con interés; contuvo mi hate, mi amsiedad, mis frustraciones y sonrió con mis alegrías. Le conté cómo siento que esto es algo injusto: el evento caótico cada fin de semestre desde hace un año... Le dije que ahora que he terminado la maestría y se suaviza la loquera necesito reunir mi buena energía para la cirugía. Él me recordó que la universa se equilibra cuando dejamos unas cosas por otras: para que algo nuevo venga, algo debe morir. Pensé, claro, un ovario es el peso de mi título de maestría; un ovario es el precio del ahorro de mi beca. Me quedo en 0, de nuevo, como quizás un recordatorio para esforzarme aún más por lo que quiero. Pensarlo de esa manera me hizo sentir que me movía del estancamiento o de la sensación de atrofio...

Así que bueno, después de días largos de desvelo, cansancio y estrés, hoy por fin podré dormir sin despertador.

jueves, 20 de mayo de 2021

Ya he dicho antes que soy fan de Cynthia Híjar, aquí un texto suyo del que desconozco el nombre.


 Las niñas como yo, aprendimos que podíamos elegir con quién casarnos. Pero para eso era necesario enamorarse. Así corrimos a los brazos del muchacho que mintiera mejor. O del que no tuviera miedo de nuestra capacidad de elegir un marido y el color de las paredes y del techo.

Nosotras elegimos y decidimos. Pero para eso, siempre es necesario enamorarnos. Por eso, cuando cae la noche, nos convencemos de que los silencios y el abandono son muestras de cariño.

A las niñas como yo, nos enseñaron que amar era importante. Por eso un día nos descubrimos evangelizando a cien muchachos, enseñándoles cómo debían amarse. En silencio esperamos que como pago, nos amaran de vuelta, pero eso no sucedió.

Asistimos a infiernos y descubrimos que también ahí hace frío. Y nos convencimos de que las casas sin calefacción son casas de todas maneras. Repetimos orgullosas que el amor era importante, y que amar era nuestra tarea.

Las niñas como yo, decidimos y elegimos cosas importantes: una bicicleta, un color de cabello o una carrera, pero nada fue tan importante porque para que todo valiera, debíamos enamorarnos y convencer a cientos de muchachos de que el color de las paredes, la bicicleta, la carrera, y el techo eran buenas elecciones.

Algunas de nosotras hubiéramos preferido el licor y la noche rancia.

miércoles, 19 de mayo de 2021

"Las tonalidades de la ira", Rafeef Ziadah


Permítanme hablar en mi lengua árabe

antes de que también ocupen mi lenguaje.

Permítanme hablar en mi lengua materna

antes de que también colonicen su memoria.

Soy una mujer árabe de color

y nosotras venimos en todas los tonalidades de la ira.

Todo lo que mi abuelo siempre quiso hacer

fue levantarse al amanecer y observar a mi

abuela postrarse y rezar

en una aldea escondida entre Jaffa y Haifa.

Mi madre nació bajo un árbol de olivo

en un suelo que, dicen, ya no es mío;

pero yo cruzaré sus barreras, sus checkpoints,

sus locos muros de apartheid y volveré a mi hogar.

Soy una mujer árabe de color

y nosotras venimos en todas las tonalidades de la ira.

¿Escucharon gritar a mi hermana ayer,

mientras paría en un checkpoint

con soldados israelíes buscando entre sus piernas

la próxima amenaza demográfica?

llamó a su hija nacida, Jenin.

¿Y escucharon gritar a alguien

«¡estamos retornando a Palestina!»

detrás de las rejas de la prisión,

mientras le tiraban gas lacrimógeno en la celda?

Soy una mujer árabe de color

y nosotras venimos en todas las tonalidades de la ira.

Pero me dices que esta mujer que hay dentro de mí

sólo te traerá tu próximo terrorista:

barbudo, armado, pañuelo en la cabeza, negrata.

¿tú me dices que yo mando mis hijos a morir?

pero esos son tus helicópteros,

tus F-16 en nuestro cielo.

Y hablemos un segundo de este asunto del terrorismo…

¿No fue la CIA la que mató a Allende y a Lumumba?

¿Y quién entrenó a Osama primero?

Mis abuelos no corrían en círculos, como payasos,

con capas y capuchas blancas en la cabeza

linchando negros.

Soy una mujer árabe de color

y nosotras venimos en todas las tonalidades de la ira.

«¿Quién es esa mujer morena gritando en la

manifestación?»

Perdón. ¿Debería no gritar?

¿olvidé de ser todos tus sueños orientalistas?

el genio de la botella,

bailarina de la danza del vientre,

chica de un harén,

voz suave,

mujer árabe,

Sí, amo.

No, amo.

Gracias por los sándwich de manteca de maní

que nos tiras desde tus F-16, amo.

Sí, mis libertadores están aquí para matar a mis hijos

y llamarlos «daño colateral».

Soy una mujer árabe de color

y nosotras venimos en todas las tonalidades de la ira.

Así que déjame decirte que esta mujer que hay dentro de mí

sólo te traerá tu próxima rebelde.

Ella tendrá una piedra en una mano y una bandera palestina en la otra.

Soy una mujer árabe de color…

ten cuidado, ten cuidado,

De mi ira.

domingo, 16 de mayo de 2021

Querido diario

 Me paro, serena, en un metafórico desierto con vientos huracanados, presintiendo la agitación que se aproxima. Eso es la ansiedad para mí ante todos las responsabilidades que asumo. Ya estoy en el final de la maestría. Antes los deadlines me servían para inspirarme y pensar que "pasando eso" podría hacer cosas para mí. No fue así. Siempre habían demandas más urgentes que me desplazaban al final de mi lista de prioridades. Cambié de estrategia: Yo TAMBIÉN soy importante. Entonces, me he comprometido con un proyecto corporal con todo y los parámetros modernistas del cuerpo sano -porque habrá operación y también porque es una meta personal para la autorregulación orgánica, ¿a poco esa no es una estrategia de resistencia frente a la industria farmacológica aliada del capital y susentada en el poder-saber médico?- como medida preventiva de fortalecer mi sistema inmunológico en tiempos de pandemia y frente a la baja calidad de la industria de alimentos de nuestro tiempo. 

La verdad tomar estas decisiones demanda una entraña fuerte, y no solo por la adaptación a un plan alimenticio que reestructura tu relación con la comida, sino por la forma en la que tu cuerpa es percibida. A mí me gusta reflexionar en la idea del cuerpo dócil de manera cualitativa, porque es lo más cool que existe ahora ya que se alía con el tema del body positive (cosa que ya me tiene harta porque regularmente se orienta a sublimar lo bello de la corporalidad cuando el mandato de género de la belleza tiene un peso patriarcal aborrecible, debemos reconfigurar ese discurso a la aceptación y valía de nuestras cuerpas solo por el hecho de existir y no por validarlas por la belleza que encarna, qué hueva); es decir, de repente es una reproducción de un pensamiento hegemónico con la máscara de resistencia. Sin embargo, no sólo es eso. Pensaba que justo el tema de la gordofobia que quienes defienden la "salud" no logran comprender es que estigmatizan estas corporalidades que no se ajustan a los parámetros de salud leídos a primera vista; si la salud fuera un tema realmente preocupante, deberían de socializar cómo podríamos identificar síntomas de algo que debe ser atendido independientemente de su dimensión corporal. Es decir, a las personas delgadas no se les estigmatiza de la misma manera. ¿Alguien sabe cómo se ve un cuerpo bulímico o anoréxico exactamente?, ¿quién patologiza? 

Pero bueno, sumarnos a ese discurso hegemónico superficial no nos permite muchas veces ver las dimensiones políticas (capitalismo e ideas del progreso reflejadas en la industria alimenticia y los fármacos que te garantizan la salud, ajá) que también implica cuestionar al sistema desde el territorio corporal. Y bueno, ese es el motivo para mí para retomar mis prácticas orientadas a generarme una vida más habitable en un territorio más fuerte y autónomo, aunque sé que la utopía del cuerpo saludable siempre será eso. Seguro en lo que me resta de vida aparecerán enfermedades que me condicionen, pero esos son los efectos de nuestro paso por la vida, solo no me interesa acelerar ese proceso si puedo evitarlo buscando estrategias más orgánicas y más amables para mí y el entorno. 

Finalmente, después de todas mis reflexiones y sentidos profundos que le doy a estas prácticas, he recibido comentarios como "qué delgada estás, ¿es por el estrés?", "desnutrida" o "te ves más bonita delgada", esto me regresa a detenerme y pensar la necesidad que tenemos de recordar que 1) Los comentarios sobre el cuerpo de una persona, si no son solicitados, resérvatelos. En todos los ejemplos enunciados hay toda una estructura ideológica detrás que me llevaría más tiempo desglosar. 

Es todo. Son las 10:33 a.m. en este rincón norteño y ya ando en los malviajes, pero tranquila también, después de sacar la amsiedá al ir a correr.

jueves, 6 de mayo de 2021

Querido diario

Ayer no pude dormir. Me costó más que otras noches. También lloré un poquito pero menos que otras noches. Ni siquiera pude levantarme para ir a correr. Pienso ahora mismo que dormir con ansiedad es despertarse intermitentemente durante la madrugada y no encontrar una comodidad para conciliar el sueño; es, también, reconocer que el cerebro sigue dándole vueltas en el inconsciente a los sucesos en los que de por sí impregnan mi consciencia. ¿Hasta qué punto aguantaré sin terapia?, ¿debo aguantar? Rayos, de repente me siento más sola que nunca. Después, para animarme, pienso que esto que ocurrirá en mi cuerpo y que no dejo de pensar como evento traumático será en el mejor escenario posible: con mi familia y K., la única que permanece conmigo incondicionalmente. No seré injusta, también me acompañan en la distancia y eso lo agradezco un montón. Si hubiera estado en otra ciudad esto sería más difícil, buscar unx especialista, decidir un servicio público o privado, conseguir incluso alguien que donara sangre...

Tengo miedo, ansiedad, hastío, cansancio, depresión, estrés y así. Ese es el cuadro emocional de esta primavera. Iniciaré el verano con una cicatriz más en el abdomen y siendo menos mujer biológicamente (guiño sarcástico).

¿Seguiré siendo la misma persona después de esto? Estoy muy ondeada pero ya trato de no socializarlo, ya me di cuenta de que tanta carga emocional también incomoda a otras personas. Y eso que ni lo saben tantxs.

Además es el fin de la maestría. Hay un ensayo que entregar en dos semanas, una participación en un coloquio la próxima semana, participar en la presentación de la fanzine de D., postularme para el doctorado quizá, ir mañana con el especialista y saber qué procede, seguir trabajando en el artículo, ir a visitar a mi abuela pronto... 

And suddenly

28 years

will be gone.

Or replaced

by 29.

Ya quiero tener un cumpleaños feliz de verdad. Ya no quiero estar enferma y sola en un cuarto. Ya estoy harta de sentirme vulnerable. Quiero volver a la calle y sentirme ilusoriamente segura. Esa es una gran traba para decidir vivir en una metrópolis, lejos de la red de apoyo incondicional. Quizás es el riesgo de seguir otros caminos y vivir. Un intercambio de consecuencias más allá de las dicotomías buenas y malas, las que a veces nos hacen crecer con dolor y las que efímeras colmadas de felicidad emigran al sitio de los recuerdos.


lunes, 26 de abril de 2021

Manías profundas

 Comienzo a pensar que si de niña comía jabón quizás era para limpiarme por dentro. Últimamente han vuelto esas ganas de meterme a la boca un poco de ese jabón humedecido que huele tan bien cuando lo uso para lavar mis manos. Y eso coincide con mi necesidad de higienizarme por dentro para que todo vuelva a la normalidad en esta dimensión individual y corporal.

De la noche en que Donna Haraway y yo nos hicimos amigas a través de la lectura del Manifiesto ciborg (1984)

"Se ha convertido en algo difícil calificar el feminismo de cada una añadiendo un solo adjetivo o, incluso, insistir en cualquier circunstancia sobre el nombre. La conciencia de exclusión debida a la denominación es grande. Las identidades parecen contradictorias, parciales y estratégicas. El género, la raza y la clase, con el reconocimiento de sus constituciones histórica y social ganado tras largas luchas, no bastan por sí solos para proveer la base de creencia en la unidad ‘esencial’. No existe nada en el hecho de ser ‘mujer’ que una de manera natural a las mujeres. No existe incluso el estado de ’ser’ mujer, que, en sí mismo, es una categoría enormemente compleja construida dentro de contestados discursos científicosexuales y de otras prácticas sociales. La conciencia de género, raza o clase es un logro forzado en nosotras por la terrible experiencia histórica de las realidades sociales contradictorias del patriarcado, del colonialismo y del capitalismo. Y, ¿quién cuenta como ‘nosotras’ en mi propia retórica? ¿Qué identidades están disponibles para poner las bases de ese poderoso mito político llamado ‘nosotras’? ¿Qué podría motivar nuestra afiliación a tal colectividad? La dolorosa fragmentación existente entre las feministas (por no mencionar la que hay entre las mujeres) en todos los aspectos posibles ha convertido el concepto de mujer en algo esquivo, en una excusa para la matriz de la dominación de las mujeres entre ellas mismas." 

sábado, 24 de abril de 2021

Fragmento del cuento "La señorita Superman y la generación de sopas instantáneas" de Regina Swain

—Las niñas buenas no fuman, y tampoco hablan mucho; comen como pajaritos y nunca llegan a su casa después de las diez de la noche. ¿Lo entiendes, nena, lo entiendes?— continua una madrerreina desde su trono hermoso y perfumado.

Y la niña contesta:

—Pero, ¿y las sopas instantáneas, madre, y las carreras de perro por conseguir trabajo? ¿Y las idas a la penitenciaría a recabar información, dónde meto todo eso? ¿Dónde lo coloco? ¿A un lado de los osos de peluche? ¿Entre las sábanas blancas?

¿Dónde guardo las prostitutas de la Zona, mamá, dónde pongo las angustias? ¿Dónde el miedo de no ser lo suficiente y la sarta de palabras agregables a "suficiente"? Suficientemente linda, suficientemente buena, suficientemente seria, alta, bella, fuerte, brava o experimentada.

¿Cómo viven hoy las niñas buenas, entre gritos y conflictos bélicos, entre azul y buenas noches, entre listas de amores frustrados, líneas de coca y uno que otro arponazo a la conciencia, entre nubes de humo que se burlan?

¿Y la amenaza del SIDA, madre, y los condones de colores, y el borracho de la esquina, dónde, dónde colocarlos? ¿Dónde guardo a la niña asesinada, madre, no a la niña muerta, a la a-se-si-na-da? ¿Dónde guardo los quehaceres innombrables mientras explicas a las amigas del cafecito que a tu niña le ha dado por jugar a Luisa Lane y ser moderna, cuando yo me siento sólo una Clark Kent fracasada?

¿Dónde guardo la presión del trabajo, las muertes de migrantes, la mujer de la maquila? ¡Ya no caben con las Barbis!

Y es que vivimos en una generación de sopas instantáneas y amores instantáneos, que no duran más de cuatro copas, madre, andamos por la vida con máscara antigases, y nos brotan trincheras en el alma, y bombas en el cuerpo, una generación de "quítate o te como", "me estorbas, te mato", donde el compact disc sustituyó al disco de pasta como las computadoras nos sustituyen a nosotros, donde ahora las llamadas por teléfono son de máquina contestadora a contestadora, madre, y la soledad es absoluta. Donde estamos fragmentados, diluidos, reciclados, mientras los que se dicen profetas/defensores ecológicos pululan por las calles pronosticando el último desastre y el número ganador de la lotería, y los clubes de intelectuales te juzgan por la cantidad de hojasgastadastintaderramada y se han asociado ya con tiendas y papelerías, y la Nestlé reparte la cultura, y se reparten sus ropas, madre, mientras uno se enamora del apóstol reacio y renegado, madre, y se lanza a vivir un amor látex a fuerza de sexo enlatado, madre.

Donde estamos solos.


jueves, 15 de abril de 2021

Hoy el abuelo dijo adiós


 Ma y pa recorren el camino hacia el sur, con un destino fijo en medio de la nada: el ejido que le encantaba al abuelo. Van al velorio, a despedir al viejo Mumulmea. Que en paz descanse después de todo el recorrido sobre este plano.

martes, 13 de abril de 2021

Soundtrack de esta temporada. Un mix remarkable de este año.

Quién sabe cuántas veces he pulsado re play a este mix. Me imagino en la terraza de mi antigua casa en Guanajuato, fumando un cigarrito y echándome una caguama, con mis lucecitas de colores rítmicas y bailando en calzones. ¿Así o más plástica la ilusión? 


Poolside My Love 
Pero estoy aquí, en aislamiento en mi cuarto por una alergia enfadosa y unos síntomas que podrían anunciar que habita en mí ese virus tan popular. Bueno, varios. Pero no hay certezas en este momento, sólo malos trips. La música es medicina espiritual; al menos me hace trasladarme a otros tiempos y espacios intermitentemente más felices, sólo por vivir en la memoria porque "el recuerdo embellece lo que toca" (R. C). 

domingo, 11 de abril de 2021

Miedo #2132343241

Terminar hablando un lenguaje que nadie más comprenda.

Pero en términos estrictos, ¿acaso no es eso lo que ocurre diario? , ¿crear esfuerzos por construir puentes comunicativos con la ilusión del entendimiento mutuo?

Quizá Rayuela sí me jodió tantito la cabeza; es decir, creo un intersticio subjetivo desde donde todo puede parecer posible, quizá sería ambicioso decir que es alógico aunque probablemente lo sea. Un espacio en lo que todo es y ya está. 

viernes, 9 de abril de 2021

de los procesos no lineales

 Está doliendo la cicatriz e impregna territorialmente otras zonas de mi cuerpo que no tienen qué ver con ella. Duele y no me deja dormir bien. Actualización del insomnio: agrégale el dolor de dormir de costado, y el pilón de un diagnóstico que no llega.

lunes, 5 de abril de 2021

Kerido diareo,


En las últimas semanas he mencionado que tengo un pacto patriarcal con unas morras. Lo he llamado así aunque en realidad es una parodia del mismo. Es decir, desde la prepa nos reímos de la figura del machito repulsivo que vemos en nuestros contextos.  Incluso caigo en cuenta de que nos hemos apropiado de lo que Butler llama la performatividad queer, que es "la fuerza política de la citación descontextualizada de un insulto homofóbico y de la inversión de las posiciones de enunciación hegemónicas que esto provoca". De manera ñoña percibo que ahí es donde precisamente radica lo cómico de todo esto, de sentirnos capaces de reírnos de las palabras que se han integrado en los vocabularios para ofender a otras personas por salir de los parámetros de la normalidad (whateverthatmeans).

No es de extrañar que muchos de esos insultos los hayamos recibido en algún momento pero no sé, siento que hay un mecanismo de despolitización inverso del insulto cuando hacemos esto de la performatividad queer. Qué va, es reírnos de nosotras mismas y en ese proceso nos resignificamos algunas heridas emocionales. Hasta siento que de repente lo llevamos demasiado lejos que para cualquiera que no esté familiarizadx con ese lenguaje podría resultar incómodo, ¿imaginan la anormalidad riéndose de su misma condición?, ¿será demasiado cursi decir que resulta terapéutico? 

Me encantan estos espacios en los que aún podemos jugar con todo, como un micro lugar carnavalesco de códigos suspendidos que tampoco comprometen nuestro habitar regular por el mundo. Me da miedo a veces perder mi capacidad lúdica. La neta sin eso mi existencia no tendría sentido, si dejamos de reír (o cualquier otra actividad inventiva), ¿qué nos queda?

Es todo, amikes. Reflexiones random de una morra random.

Pd. A veces me pregunto si será una forma de hacer drag king.

bai

miércoles, 31 de marzo de 2021

Yo tuve 13 años

 Una vez estuve en San Pedro con D. Quizás tendríamos 13 años. Hacía calor, el habitual en esta geografía. Habíamos ido con mi papá no recuerdo bien a qué. D. y yo nos columpiamos bajo la sombra de un mezquite en pleno estío. Le conté que sentía que éramos prisionerxs de nuestrxs cuerpxs, que la libertad estaría en liberarnos de él. 


Tengo dos años recordando ese momento. Lo revivo en mi memoria una y otra vez, tratando de entender qué detonó esos pensamientos. ¿Qué pensaba esa Sara de 13 años al decir eso? Recuerdo decir que me parecía injusto que mereciéramos ciertos tratos por lo que dicen estas inscripciones carnales que no controlamos. Pienso ahora en los trips de la identidad y cómo esas marcas dicen algo que nos sitúa en un panorama social: sistema sexo-género, raza/etnia, entre otras cosas...


Mi tarea durante mi estancia temporal aquí será revisar mis viejos diarios. Sí, aquellos de niña, de la adolescencia o los que dan cuenta de mis primeros años de "joven" whatever that means...

domingo, 28 de marzo de 2021

No sé por qué no escucho más a los Foo fighters

Esta semana vi un pequeño video sobre Dave Grohl y su experiencia durante la pandemia en la que decía que ya le urge volver al escenario porque extraña toda la experiencia de cantar con un público que comparte emociones. En algún momento apareció por unos segundos esta canción "Everlong" y así fue como la conocí. Ahora no la puedo sacar de mi cabeza y "mágicamente" también me la impuso Facebook en mi feed pero me sumergió en la historia de su nacimiento a través del propio compositor. Y nada, ha sido un bonito encuentro.


 

Hello

I've waited here for you

Everlong

Tonight

I throw myself into

And out of the red

Out of her head she sang

 

Come down

And waste away with me

Down with me

Slow how

You wanted it to be

I'm over my head

Out of her head she sang

 

And I wonder

When I sing along with you

If everything could ever feel this real forever

If anything could ever be this good again

The only thing I'll ever ask of you

You gotta promise not to stop when I say when she sang

 

Breathe out

So I can breathe you in

Hold you in

And now

I know you've always been

Out of your head

Out of my head I sang

 

And I wonder

When I sing along with you

If everything could ever feel this real forever

If anything could ever be this good again

The only thing I'll ever ask of you

You gotta promise not to stop when I say when she sang

 

[Whisper:]

So, Dad would take the Sundays off.

And that's the only time he could ever get any rest.

And so, because we were loud on Sundays, he'd make us hold his construction boots over our head, 'til we'd sleep.

And they were really heavy boots and I used to say, "Dad, come on, please."

And like start crying, 'cause they're too heavy.

 

And I wonder

If everything could ever feel this real forever

If anything could ever be this good again

The only thing I'll ever ask of you

You've got to promise not to stop when I say when

miércoles, 24 de febrero de 2021

De la amsieda en la cuerpa

 Estoy leyendo a Braidotti. Sí. En otra ventana de mi computadora. Mientras la leo trato de encontrar apuntes que me ayuden con mi discusión teórica de mi tesis, por lo tanto, pienso en adolescentes mientras leo... pero las subjetividades adolescentes que pude recopilar a través de mi proyecto. Pero también en mí. Pienso en esto que señala Braidotti acerca de que su documento se propone más entender el qué queremos ser en lugar de aseverar qué somos. Me parece importante porque me hace pensar que esas preguntas ya no parecen tener lugar a cierta edad, es decir, como si en los gestos interrogativos hacia las infancias o adolescentes sólo tuviera una validez porque aún no son nada o son personas con potencia de desarrollo. Esa mirada adultocéntrica nos sitúa entonces como si nosotrxs, quienes ya tomamos ciertas decisiones formativas en la vida, ya sea académicas o laborales, como sea, ya no deberíamos plantearnos qué queremos seguir siendo. Me parece preocupante. Es en realidad como una falsa caída del telón de la vida. Aquí no se acaba, aquí se sigue poniendo interesante a partir de la autonomía y conocimientos del mundo obtenidos, en algunos casos. 

En fin, me remitió a mi Yo adolescente. Memoria que trato de evadir un poco porque me daba miedo que se atraveSara en mi discurso. Pero ahí está. La viva muestra está en la antepenúltima oración. Aquí estoy yo con mi subjetividad y mi experiencia irremediablemente. Pero bueno, decía que me causó algunas reminiscencias: la amsiedá del futuro expresada en varios momentos; el estrés del desorden que era mi vida en ese tiempo. Comía jabón en la pubertad. Tuve un éxtasis por los rábanos con limón y chile. Pero en la adolescencia, rayos, me arrancaba el cabello, uno por uno en un gesto casi compulsivo y disimulado, según yo. Tuve que disciplinarme por el miedo a quedar calva. Ahora, años después, más de una década, más bien mi cabello se cae cuando hay estrés. Aún no sé qué quiero ser, estoy expectante de todo esto que soy y que mañana no seré del todo. Estamos fluyendo, sí... 

jueves, 18 de febrero de 2021

Del búnker propio o noquieronadaya

 El ruido urbano me ensombrece la cabeza.

Anuncios, aviones, autos, personas. 

Un tecno sistema estridente.

Todo eso comunica mientras yo me siento a...

querer

comunicar

algo que no puedo expresar

o sí

pero no tan rápido

ni tan conciso

ni mucho menos

fácil. 

Acá pienso cada una de las palabras que escribo.

Mientras allá se vomitan,

se esfuman en el aire

o en los oídos que las tocan.

Suspiro.

Pienso.

Es insuficiente, Woolf, 

una habitación propia

me queda corta

porque aún teniéndola, 

la realidad se impone.

Ring ring, peep, peep, woof, woof!

Qué lata, qué desidia tan irritante sobre la nada. 

Por eso el búnker,

a ver si así me dejan sola con mis palabras.


sábado, 13 de febrero de 2021

De los daños colaterales de tu empute

Hay frío en mis extremidades y 

demasiado calor en mi cabeza,

y encono en el corazón.

A veces yo también quisiera que la teoría fuera más práctica,

que saber y reconocer las actitudes que nos dañan 

tuvieran una condición de desvanecimiento tan sólo al pensarlas.

La varita mágica del dolor.

Estoy cerca de un ciclo de violencia

que lastima 

como el humo del tabaco a quienes lo fuman 

de manera pasiva

Inhalando el odio

exhalándolo con ánimo de despojo

pero conteniendo siempre algo, aunque sea poco.

Acá lo temible de ser imán de emociones,

es difícil existir con sensibilidad sabiendo que algo va a pegar.

Hondamente

Superficialmente

Mordazmente

Sólo trato de prestar ojos atentos al cultivo

cortar los brotes del odio violento, patriarcal,

para que las hierbas de frescura sanadora tengan más lugar. 

De las tristezas del pensar, es decir, sentir reflexionadamente

Luego cuando pienso me pongo triste. Por ejemplo, pienso en las personas que insisten en una educación emocional institucionalizada, no sé, al menos a través de intersticios sobre el manejo de las emociones y técnicas de autocuidado (lo cual me parece más que necesario); luego veo que difícilmente una alianza de ese tipo ocurrirá porque la lógica del capital es generar conocimientos para que las personas se activen eficazmente en el engranaje a través de las opciones dadas por el neoliberalismo que nos transmite la ilusión de agencia. En esa lógica sentir es improductivo, lo que importa es que sepas hacer las cosas y resolver conflictos, inversiones en cuerpos-máquinas. Producir, producir, producir, innovar, gastar, comprar, véndanmelaideadecalidaddevidaatravésdelmarketingyelcuerposanoyaunmejorsiesbello. Encontrar líneas de fuga a veces me parece desgastante. 

miércoles, 10 de febrero de 2021

Querido diario, hoy ando más densa de lo normal así que agárrate:

Hoy comentamos en clase una pluralidad de temas que comprometen nuestra línea de estudios principal, los de género. A propósito salieron comentarios sobre el Feminismo Radical Trans Excluyente (o referidas como TERF por sus siglas en inglés [Trans-Exclusionary Radical Feminist]), sobre el cual salieron ciertas ideas que trato de recuperar aquí, a manera de un diálogo plural entre las ideas vertidas entre mis compañerxs y las de mi cosecha; aunque sin ánimos de cerrar el tema porque sé que hay muchas aristas que deben seguirse trabajando, es decir, cuestionando. También quiero dejar claro que si me doy a la labor de escribir esto es porque me resulta preocupante el alcance y la presencia social que este discurso ha tenido a manera de activismo (está muy vivo justo en estos días por las pintas en Toluca, aunque en realidad es un tema que ya tiene rato rondando los feminismos) cuando en realidad implica un detrimento hacia las luchas configuradas por los feminismos. Me explico, pero también me sitúo: hablo desde conocimientos consolidados a través de lecturas y la atención en el entorno, por eso reconozco que antes de hablar de excluir a las mujeres trans de los feminismos me gustaría preguntar: ¿desde cuándo y quiénes tienen el poder de decidir quiénes pertenecen al feminismo (así, en singular) y quiénes no?, ¿a qué mujeres se refieren? Incluso con cierto humor me sigo preguntando dónde está la tierra prometida, donde se desborda la sororidad llamada Feministlán para ver si me dan mi carnet (como si lo necesitara conseguir a través de una suerte de feministómetro).

Los peligros de un activismo poco reflexionados es que anulan también una genealogía histórica que ha sido dinámica como otros procesos de la humanidad. Pluralizar a la sujeta política de los feminismos ha sido necesario para reconocernos como personas interseccionadas por una clase, una raza, una religión, una orientación sexual, identidad de género, entre otros elementos que intervienen en la calidad de vida que experimentamos. Reconozco que existe una jerarquía de privilegios patriarcales, donde las cosas van en un matiz desigual en tanto nos apeguemos a la concordancia entre: sexo asignado al nacer+orientación sexual+ identidad de género+ práctica sexual que dé como resultado una garantía a la heterosexualidad reproductiva en un sistema capitalista.

Sin embargo, no pretendo "hablar" por mis ancestras porque incluso me causa problemas adjudicarme sus victorias, ya que sé que sólo gozo de los privilegios resultados de sus luchas, acompañadas también de las vías estratégicas del conocimiento, el activismo y los dolores suscitados por las injusticias patriarcales que detonaron una rabia intolerable hacia el cambio. Veo mi contexto micro y macro, y veo que la llama sigue viva, un apetito por los cambios urgentes en este país, como en tantos, pero que las segregaciones dentro de quienes nos hemos puesto las gafas violetas no resultan para mí, en ningún sentido, productivas. Que las mujeres trans tengan sus luchas no nos demerita la nuestra; que consigan derechos específicos para sus identidades, no nos quita privilegios. ¿Cómo van a comparar la aparente minoría que representan con las cisgénero que existen? Ellas siguen siendo marginadas por miradas similares de los patriarcados aunque también con diferencias. No deberíamos compartirlas todas porque somos una pluralidad de cuerpos y voces. Mientras cuerpos sexuados como femeninos generaban resistencias hacia la subordinación instaurada por los patriarcados, también había otros cuerpos con inquietudes identitarias diversas, quienes fracturaron la normatividad con todo y riesgos en niveles subjetivos y corporales a costa de ser calificadxs como perversxs. Existen porque resisten.

Yo no puedo siquiera responder qué es una mujer en este momento histórico, es una multiplicidad de narrativas, no hay un modelo hegemónico universal válido. Ya-saben-quién dinamitó una forma de pensar a la mujer en términos del devenir: "una no nace mujer sino que llega a serlo", evidenciando de esta manera que este género ha sido una construcción cultural, que biología no es destino, que la historia puede cambiarse. Los esencialismos son aliados de estas preconcepciones de los géneros, detrimentos hacia la constitución de sociedades diversas y sin constreñimientos implicados por el género. Este aporte de Simone posibilitó otros caminos de pensamiento para deconstruir lo que hace décadas se pensaba como inamovible, monolítico, incuestionable. Retomar argumentos biologicistas como determinantes es un retroceso en años de lucha y producción epistemológica.

En suma, van años de trabajo reflexionado sobre cómo el sexo femenino, expresado en vulvas, no es el indicador del ser mujer. Es la diferencia entre el sexo y el género, categorías distintas; una es biológica, la otra cultural, eso es innegable pero también hay negociaciones sobre ambas. Además hablar del sexo vinculado a la genética nos sorprendería al ver los matices de la intersexualidad que poseen cuerpos que se sienten firmes sobre una sexuación.

La postura de las TERF es transfóba, al negarse a reconocer una formulación más de la identidad de género y la sexuación de una persona. Al aferrarse con terquedad a una mirada tan polarizada sobre algo tan diverso como es la sexualidad y el género; es la derecha dentro del caballo de Troya. Hace una alianza con los cimientos patriarcales al afianzarse de la biología para segregar e invalidar otras identidades que tampoco caben en sus imaginarios. Es imprecisa en torno a la configuración de su sujeta política y, por ende, en las ideas que la sostienen.

Yo no soy una perrita faldera del patriarcado, reconozco que no habito sola este mundo y que necesitamos más alianzas en lugar de conflictos innecesarios. En ese sentido, yo tampoco necesito compañeras de una lucha que no comparto si está impregnada de odio con una alianza patriarcal encubierta. Yo también me pregunto por qué los hombres trans (o transmasculinos como les dicen) sólo parecen importar en su discurso cuando se trata de comparar su escasa visibilización dentro de este tema. En cambio, no suelen mencionarse en otros sentidos porque se siguen enfocando en el rechazo a las mujeres trans en lugar de convertir esos espacios simbólicos en aras de visibilizar la importancia de la lucha de los hombres trans y las violencias que les atraviesan, por ejemplo. Yo la verdad sigo lamentando las energías enrrabiadas que se depositan en un odio inútil cuando hay una agenda política feminista más importante que atender... como los feminicidios, los transfeminicidios y todo el espectro de violencia que continúa tan vigente como el patriarcado que compartimos.

Pd. Todo esto fue detonado por un texto redactado desde la mirada TERF que me enrrabió en cuanto lo leí. Así que escribo también como acto de resistencia política ante esa clase de discursos. Si hay curiosidad sobre él, lo comparto.


sábado, 6 de febrero de 2021

Un statement que tengo ganas de publicar pero dudo que lo haga

 Hola, sí, soy la amiga con caducidad difusa, la aburrida que no se sumará a las risas como efectos de chistes que perpetúan una cultura de la violación preocupante, la cosificación de los cuerpos de las mujeres, el llamado "humor negro" que pretende hacer risibles las experiencias de violaciones a mujeres e infantes (sobre todo); en fin, quizás lo pueda resumir diciendo que rechazo las bromas que reproducen estereotipos y, además, los banalizan como si no tuvieran efectos dolorosos y mortales. Así es, soy la amiga aburrida, pero además incómoda porque no me interesa dejar pasar estas situaciones.

Se vuelve muy pesado alinearse a los feminismos, profesionalizarme en estudios de género y que en mi núcleo de amistades, entre mujeres, varoneso no binarixs persistan estas actitudes. El punto no es terminar sola por mi intolerancia, vaya que la soledad y yo tenemos una amistad larga, sino que traten de subvertir su discurso defendiendo lo que para mí es indefendible. Escudarnos con "es sólo una broma, no te lo tomes tan en serio" es para darse la vuelta e irse o confrontar como suele ser, de manera pedagógica. Elegir el camino que nos provea una mayor paz mental puede ser un triunfo para el sistema o una satisfacción en la axiología o ética propia. 

Querido diario:

Me siento afortunada de contar con la presencia física y simbólica de muchas amistades que he cultivado con los años. Hace unos días pensaba en cómo he cambiado de un tiempo para acá. No hay fecha exacta, sino ciertas memorias epifánicas que me ayudaron a ver las conductas disruptivas aunque benéficas sobre mis relaciones con el entorno. Agradezco a quienes se han mantenido cerca de mí, aunque en ocasiones no haya sido la más amable ni la más políticamente correcta. He creado, indiscutiblemente, narrativas que me multiplican; a veces es impactante que me cuenten historias de mí que no recordaba y que de primera instancia siento lejanas a las intenciones de mis actos. Por lo tanto, pensaba en las situaciones que nos detonan ese carácter más desbordante, el opuesto a la mesura en una sociedad que se rige por máscaras y apariencias en muchos sentidos. Señalarlo no me exime de estas prácticas, sólo expone que me siento consciente hasta cierto punto de está situación y con ánimos de revertir y prevenir heridas emocionales que haya podido ocasionar sin pretensión alguna, consecuencia de algún desborde o falta de empatía, entre otras cosas quizás de mi imperfección humana.

Cada vez trato de reconciliarme más con mi intensidad, canalizarla a manera de una ternura radical, sentirnos y  validar nuestras emociones, sobre todo para nosotrxs mismxs. Es difícil llegar a eso porque demanda la confrontación, ya sea con otrxs o con una misma, y aunque esto puede ser doloroso también puede permitir un crecimiento hacia otras zonas de la existencia. Esta idea me ha provocado maratones mentales fatigantes y a la vez interesantes. A veces siento que doy un paso hacia adelante en esto y luego retrocedo dos. Cada ocasión en la que escucho o leo el "no es para tanto, déjalo pasar, estás intenseando" etc., me detona ondeadeces más insoportables. Habrá que seguir buscando formas de expresar las emociones de maneras más inocuas para nosotrxs y lxs demás, sin desvalorizar sus motivos para presentarse. Sin embargo tampoco tengo resuelto un protocolo de acción para acompañar porque, supongo, depende de las necesidades emocionales de cada persona y los niveles o términos de la responsabilidad afectiva. Es un tema al que entro a tientas, como cuando me relaciono con cualquier persona, así que no pretendo tomar aquí la batuta de la psicología, quiero dejarlo claro, sólo pienso y escribo desde la inferencia y la atención que he puesto a mi alrededor.

En una sesión de clase, Fabián indicó algo que encontré muy atinado, aunque lo diré con mis palabras (si no fue en este sentido y lees esto, por favor, coméntalo): sustituir los adjetivos "fragilidad" y "debilidad" por vulnerabilidad. Sensación que, sospecho, todxs hemos experimentado en algún momento. Creo que apropiarnos y revindicar los sentidos de esta vulnerabilidad podría tener algún efecto en cómo nos dirigimos y apoyamos a las personas que se encuentran en esta condición, incluyéndonos en ello.

En fin, un tema que da para una charla de desvelo o muchísimas, pero lo escribí, como siempre, pensando en compartirlo por si a alguien le resulta útil y como efecto insoslayable de una ondeadez acumulada.

Les mando amor