martes, 22 de diciembre de 2020

LOL

 


Hoy voy a hacerte esperar...

Tan sólo una vez yo

Quiero que me grites más adentro...

jueves, 17 de diciembre de 2020

Hoy pensaba en Narcisa la bella

 ¿Y si todxs vivimos un realismo mágico?, ¿un pacto de ficción con la realidad y nuestras emociones? Parches con los que encubrimos los huecos, heridas y dolores que nos ayudan a sobrellevar la existencia. El beneficio de la duda que nos orienta a tener cierto sentido optimista ante los actos inéditos de los que no tendremos una respuesta.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Un poema de Cherríe Moraga

ES LA POBREZA

Me falta imaginación dices.

No. Me falta el lenguaje. 
El lenguaje para clarificar 
mi resistencia a las letradas. 
Las palabras son una guerra para mí. 
Amenazan a mi familia.

Para ganar la palabra 
para describir la pérdida 
tomo el riesgo de perder todo. 
Podré crear un monstruo 
el cuerpo y extensión de la palabra 
hinchándose de colores y emocionante 
amenazando a mi madre, caracterizada. 
Su voz en la distancia 
analfabeta     ininteligible
Estas son las palabras del monstruo. 



IT'S THE POVERTY

I lack imagination you say

No. I lack language.
The language to clarify
my resistance to the literate.
Words are a war to me.
They threaten my family.

To gain the word
to describe the loss
I risk losing everything.
I may create a monster
the word’s length and body
swelling up colorful and thrilling
looming over my mother, characterized.
Her voice in the distance
unintelligible        illiterate.
These are the monster’s words.

Tomado de aquí.

domingo, 22 de noviembre de 2020

"La noche" de Alejandra Pizarnik

Poco sé de la noche pero la noche parece saber de mí y más aún, me asiste como si me quisiera, me cubre la conciencia con sus estrellas. Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte. Tal vez la noche es nada y las conjeturas sobre ella nada y los seres que la viven nada. Tal vez las palabras sean lo único que existe en el enorme vacío de los siglos que nos araña el alma con sus recuerdos. Pero la noche ha de conocer la miseria que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas. Ella ha de arrojar odio a nuestras miradas sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros. Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos. Su lágrima inmensa delira y grita que algo se fue para siempre. Alguna vez volveremos a ser. 

viernes, 20 de noviembre de 2020

Querido diario:

 Hoy después de casi un mes de ajetreo, al fin me siento en calma para escribir. Sí, para escribir no sé, sobre el remolino de emociones de las últimas semanas. Hoy siento una calma sospechosa, quizás por la inestabilidad de días pasados. Qué diría mamá Virgine Despentes si le dijera que ahora le tengo miedo a los hombres en la calle, que no dejo de mirar sus manos por si entre sus dedos se asoma algo que pueda ser utilizado como un arma, que mientras caminaba con T. por las calles de aquélla ciudad me estremecía al pasar cerca de algún sujeto con apariencia cholesca, que T. me insistía para usar el taser sin miedo. No sé qué va a ser de mí después de esto. Me vine a refugiar al cariño xaterno, para recordar lo que es sentirse segura y sin preocupaciones de adulta. Me vine a buscar estabilidad que no podía encontrar en la ciudad, sola. La compañía de T. aunque si bien fue transitoria, también fue una grata experiencia que me hizo olvidarme un rato de los dolores físicos y mentales. Viajamos de muchas formas, de ciudades y en la introspección. 

Esa montaña rusa de emociones sucedió de la manera en la que debía. Estoy profundamente agradecida. Ahora sólo trato de darle forma a mis logros académicos para terminar con todo esto. 

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Y dijo las cosas que se dicen -"me gustas".

E hizo las cosas que se hacen -deliciosas.

Y lo que debió ser un eco del placer, 

.... sí lo fue.

viernes, 23 de octubre de 2020

Hoy me encontré con esta publicación de "La vagabunda" (nombre/usuarix de Facebook) y decido guardarlo para la posteridad (los primeros dos párrafos son míos):

Yops cuando la hago de pedo y siempre salen con que si ya podríamos no pensar en una cuestión de género en la escritura o la muerte del autor.. Bueno, para mí también habría que pensar en la estructura que posibilita el acceso a ciertas lecturas y arrumba otras. ¿Quiénes han conformado el canon atribuyéndose el poder de la censura o proliferación de ciertas obras? 

Yo tampoco quisiera que aún fuera un tema para discutir, pero ya que el mundo tampoco ha cambiado lo suficiente para que no sea un tema importante, pues seguiré insistiendo con ello en todos mis espacios -.-. Sobre todo por condiciones genealógicas, ya que esta esfera de la cultura también ha sido terriblemente misógina.

Post by La vagabunda

El asunto de separar al autor de la obra es misógino, racista y clasista, supone que es nuestra obligación como escritoras, lectoras, estudiantes de las diferentes licenciaturas, maestrías, doctorados, etc., en letras, amantas de las letras, pasar por alto y perdonar a feminicidas, violadores, pederastas, torturadores emocionales, tratantes, etc., en nombre de respetar un canon que ellos mismos construyeron y legitimaron entre ellos.

Hay quienes dan por hecho que al negarse a leer a Octavio Paz por ser un maltratador misógino, racista, chantajista, que hizo de la vida de Elena una cárcel y que intentó destruirla creativamente, es negarse a conocer la poesía mexicana como si no fueran poetas mexicanas del mismo siglo: Elena Garro, Pita Amor, Rosario Castellanos, Dolores Castro, Enriqueta Ochoa, Concha Urquiza, Carmen Alardin, Griselda Álvarez, Germaine Calderón, María Entiqueta Camarillo, Rosina Conde, Pita Ochoa, Elsa Cros, Coral Bracho, Isabel Fraire, Emma Godoy, Elva Macías, Margarita Michelena, Thelma Nava, Margarita Paz Paredes, Aurora Reyes, Maricruz Patiño, Ulalume González de León, Rosa María Roffiel y muchas más.

Que no leer William Burroughs, el asesino de Joan Vollmer, que por cierto salió de la cárcel en Lecumberri 13 días después de haber sido  declarado culpable del asesinato de la quien fuera su esposa, nos priva de conocer a la generación beat como si no existiera la obra de Marge Piercy, Elise Cowen, Diane di Prima, Denise Levertov, Joanne Kyger, Lenore Kandel, Ruth Weiss, Janine Pommy Vega, Anne Waldma, Brenda Frazer, Hettie Cohen, Elizabeth Bishop, Maxine Kumin, Lucille Clifton, Kay Ryan, Elizabeth Alexander, entre muchas otras.

O al respecto de los escritores latinoamericanos que erotizan la pedofilia como García Márquez, y la idea de que no leerlo nos hace ignorar el realismo mágico, aunque tengan obras maravillosas María Luisa Bombal, Elena Garro, Silvia Ocampo, Isabel Allende, y otras escritoras del boom latinoamericano como Núria Marrón y Clarice Lispector, entre otras.

Sobre no leer al violador de Pablo Neruda, que nos perdemos de la poesía militante, aunque nos regocijemos en los versos de Ana María Rodas, Gioconda Belli, Rosa María Roffiel, Alaide Foppa, Ruby Arana, Ligia Guillén, Carla Rodríguez, Mariana Sansón, Josefa María Vega, Rosa Umaña Espinoza, Vidaluz Meneses  Michelle Najlis, Esperanza Ramírez, y de las chilenas: Pía Barros, Heddy Navarro, Carmen Berenguer, Teresa Calderón, Constanza Lira, Paz Molina, Natasha Valdés, Heddy Navarro, Myriam Díaz-Diocaretz, Carmen Berenguer, Elvira Hernández, Carmen Berenguer y otras.

Con Arreola, el violador de Elenea Poniatowska, y torturador psicológico de Tita Valencia aseguran que no sabemos apreciar la literatura mexicana, pero nosotras tenemos presentes a Tita Valencia, Amparo Davila, María Luisa Mendoza, Ángeles Mastretta, Nelli Campobello, otra vez Elena Garro, Rosa María Roffiel, Rosario Castellanos, Rosina Conde, Teresa Dey, Inés Arredondo, Cristina Rivera Garza, etc.

Y así un sin fin de ejemplos a lo largo se la historia de la literatura, en las diferentes geografías del mundo, donde las mujeres artistas (no sólo las literatas) tienen una obra muy rica, obras que te tocan las entrañas y te cambian la vida, pero son dejadas para después porque la academia sostiene que tenemos que separar al autor de la obra y que hay que leer religiosamente y por obligación, como si no nos hubiera robado ya toda nuestra formación académica, a los grandes escritores sin importar cuán ruin haya sido su existencia, ni de cuántas formas destruyeron la vida de las mujeres que tenían cerca, porque de no leerlos vamos a la hoguera por falsas literatas alegando que si no los leemos a ellos, no tenemos referentes literarios.

El asunto de separar al autor de la obra es un mecanismo más de invisibilización de la literatura escrita por mujeres. Decirnos que no leer hombres es no leer, demuestra el punto, han perdido mucho tiempo leyendo a esos hombres que son la antítesis del artista, que debería crear, no destruir; y se han perdido de una gran parte del universo literario por aferrarse a un canon rancio, masculino, heterosexual y blanco.

El arte no cabe en la academia, la literatura es más grande que el canon, y cuando decidimos no leer hombres no estamos renunciando a nada, al contrario, nos estamos dando la maravillosa oportunidad de leer a las miles de mujeres que no son leídas como lo merecen, de reconstruir la historia de nuestra palabra y de encontrarnos con un basto universo de literatura escrita por mujeres en todos los siglos, en todo el mundo.

No es ético separar al autor de la obra, sobretodo porque eso se hace para no bajar del pedestal a los que son consideran los grandes escritores, los grandes clásicos, los grandes referentes de la literatura, aunque no sean sino feminicidas, violadores, grandes misóginos; y porque se hace para no abrirle paso al estudio de las letras de las mujeres más allá de algunas materias optativas en algunas universidades, porque claro, conocer la literatura escrita por hombres es obligatorio, pero conocer la literatura escrita por mujeres es opcional.

Querido diario:

En estos últimos días he pensado en el ejercicio de la violencia. Concretamente el Gender Based Violence. Si bien es cierto que en nombre de la cultura y con un sistema patriarcal hiper arraigado se han permitido e incluso legalizado las agresiones físicas y simbólicas de los hombres hacia las mujeres de maneras terriblemente explícitas y otras más "sutiles" (como lo que algunas personas refieren como "micro" o "neo" machismos, pero conductas machistas a fin de cuentas), también me preocupan otra clase de violencias de las que no se habla tan evidentemente, un poquito más allá de sólo pensar en la que los hombres efectúan sobre las mujeres (pensando en esquemas heteronormativos). Con esto no quiero quitarle el lugar que se merece al peso y visibilización que ha cobrado detener, prevenir o estar alertas ante la violencia machista en la actualidad, que en su forma más extrema tenemos el feminicidio. En realidad hablo de preguntarnos sobre la constitución de una relación violenta e incluso de la generización de esas violencias. ¿Sólo los hombres heterosexuales ejercen violencia machista?, ¿qué pasa con la réplica de jerarquías de poder (principal ingrediente de la violencia) en relaciones de lesbianas/gays/trans?

Eso me da para pensar entonces que la violencia no está sujeta a una sexuación corporal pero sí que se ha socializado y asociado la balanza del poder hacia las actitudes que se han considerado masculinas. De otro modo, ¿estaríamos apelando una vez más a argumentos biologicistas y, en el peor de los casos, esencialistas? Por lo tanto, que en nuestros imaginarios pueda persistir la idea del vato=malo, morra= buena. ¿Así de dicotómica debería ser nuestra mirada? A veces me da la sensación de que así de impresionista se consolidan las miradas actuales de los problemas de género.

¿Estamos listxs para esa conversación sin pensar necesariamente que se atenta a neutralizar las estrategias para detener la violencia hacia las mujeres?, ¿alguien más se lo ha preguntado?, ¿sólo soy yo la ondeada ansiosa?, ¿qué comeré hoy?

martes, 6 de octubre de 2020

Del hermoso ensayo A Room of One's Own, de Virginia Woolf

 “The spectacle is certainly a strange one, I thought. The history of men's opposition to women's emancipation is more interesting perhaps than the story of that emancipation itself"


jueves, 1 de octubre de 2020

Crítica de la crítica desde un vacío epistemológico.

Cuando pienso en el canon cultural se me viene un olor fétido a patriarcado, a androcentrismo, a machos burgueses. Gente con privilegios que trascendieron en la cultura.

No me jacto de ser irreverente: sólo lo soy. La indiferencia me acompaña al contemplar lo que se erige como sublime; pero tampoco siento con la banalidad. ¿Será que estoy vaciada de sensibilidad visual? 

Yo no imagino la sustancia, trabajo con ella, con extractos de subjetividad; no con forma o materia. Quizá la literatura esté más desprolija de imposiciones visuales. Las generadas están íntimamente asociadas con nuestra historia y almacén subjetivo.

Mejor busco -será porque me reconozco- en los márgenes de los discursos hegemónicos. Y aún así, difícilmente me encuentro.



martes, 29 de septiembre de 2020

Plegarias al Universo

Que mis privilegios no me atrofien 

la sensibilidad y la empatía.

Que la soberbia de la academia no me impregne 

ni de noche 

ni de día.

Que mi empoderamiento dinamite las jerarquías.

Que la injusticia sea

mi única 

enemiga.

Que las mujeres seamos ese espacio sororo

de resiliencia

y compañía.

Que en nuestros himnos nunca falte

alegría

y rebeldía.

Pero sobre todo pido

que sea reconocida nuestra autonomía,

que se castigue al feminicida,

que cesen los llantos de madres afligidas

por las desaparecidas.

Amen.


(Un poema simple pero, ¡el primer verso no dejaba de rondar mi cabeza!)

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Querido diario:

Últimamente he pensando mucho en sexo. O bueno, para ser más específica: en la sexualidad femenina; en la evolución de la práctica y los sentires alrededor de ella. Primero: sentida como una actividad insufrible, realizada sólo en el nombre de Dios para procrear y compromiso marital (¿debo decir que en ese momento era exclusivamente centrada en un placer masculino?). Después, el paso a la liberación sexual con la píldora primero y luego con otros métodos anticonceptivos para promover la autonomía sobre nuestras cuerpas; lo cual permitió pensarla en términos de placer, deseo y planificación familiar (en teoría, donde también se atraviesan los accesos a la información y la ESI, tema fundamental en la actualidad), y distanciarnos de la moralidad rancia, apestosa a patriarcado que constriñía las cuerpas.

Todo esto lo pienso porque he leído (fuentes: "créeme, wey" como dice Lexa), pero para lo siguiente no tengo referencias académicas sino la única experiencia directa o indirecta, la que se escurre en conversaciones con amigas, conocidas o chicas con cuyos caminos me cruzo para darme cuenta de que el patriarcado se nos cuela en las cabezas: para algunas ya no hay un peso moral al ejercer una sexualidad libre... sino que viene después y eso tiene qué ver con la falta de cuidados de nosotras mismas, las prevenciones sobre temas de ETS o embarazos, y sufrir las angustias en esta misma cuerpa que tratamos de disfrutar a pesar de los precios -o castigos- hormonales que los métodos puedan infligirnos; es como si nos hubiéramos liberado de la idea del sexo con fines reproductivos pero el sistema nos trata de constriñir a ello. Las opciones son: 1) no tengas sexo si no quieres maternar, 2) ten sexo y sufre (porque se tiene que sufrir [qué genial que algunas sean la excepción]) las consecuencias de no procrear a través de los métodos anticonceptivos, 3) ten sexo y reprodúcete (que está bien lo de ser mamá pero no a huevo, pues).
¿Debemos sentirnos solas ante estas decisiones y las consecuencias de las prácticas en sexo heterosexual?, ¿la responsabilidad del cuidado sexual por ambas partes lo aliviaría? Hablo con prescindencia de vínculos afectivos, con que sean sexuales es suficiente.
Gracias por leer y mejor si me dices qué piensas para no sentirme tan aislada en mi cabeza.

[Esto es un post de FB, donde trataba de escribir sobre el mismo tema de la última entrada]

Querido diario:

No escribo con conocimiento de teoría, de artículos, de estadísticas, en fin, datos duros que respalden estas palabras. En realidad escribo desde lo que leo, veo y escucho de experiencias en amigas, en conocidas, en mujeres con cuyos caminos he cruzado literalmente, en las calles, en los autobuses, en la vorágine virtual. No sé si es suficiente decir que escribo con algunos conocimientos de causa, con la fuente de lo que Lexa dice y siempre resulta cómico "Fuentes: créeme, wey", rompiendo de esa manera la tensión de una rigurosidad académica que legitima nuestras palabras e ideas en ciertas esferas. 

     Entonces estoy aquí, escribiendo ahora sobre una idea que me ha dado vueltas, me visita en algunos momentos del día y decidí sacarla a pasear en esta expresión de subjetividad. 

     Bueno, el caso es que hablaba con mi amiga L. el lunes, sentadas afuera de una tienda después de un rato compartido en las compras de alimentos. Hablábamos de vatos como a veces hacemos y la sexualidad en este caso. Reflexiono desde ese momento en la cadena de castigos, es insuficiente pensar en la maternidad como el mayor "descuido" en una generación que teme y repudia, en una apreciación sobre este imaginario colectivo contemporáneo que me tocó vivir, la reproducción humana: maternidad y paternidad. Hay miedo porque muchxs ya renunciamos a las ideas del éxito y estabilidad en un sistema capitalista y patriarcal. Los roles de xadres no son malos per se, sino la manera en que el sistema de resiste a hacerlo compatible con una vida laboral activa y digna en sentidos de cuidados. Es decir, un equilibrio utópico entre la esfera privada y pública. 

     Entonces tengamos a una chica de 30 años que se llame Lucía (sólo porque en mis círculos no conozco a ninguna que se llame así), quien sostiene un estilo de vida libre en muchos sentidos, pero aquí atañe sobre todo al aspecto sexual. Sin parejas fijas pero con deseo sexuales intermitentes. Primer paso: anticonceptivos, con todo y efectos secundarios en el paquete como precio de ejercer una libertad sexual previniendo una maternidad no deseada. Suponte que escoge un método como el DIU o unos parches, con todo y las alteraciones hormonales que esto pueda traer. 

     A las ancestras les martilleaba el peso moral de llegar a la etapa del disfrute sexual en el mismo acto, ejercicio humillante y dolorose durante siglos donde el placer masculino era el centro y objetivo porque, ¿qué mujer osaría a atreverse a disfrutarlo? Una puta, y serlo, lo sabemos, se sigue sostieniendo como la encarnación de las peores ideas y valores que se depositan en un cuerpo femenino, porque alude a una libertad sexual, aspecto que el patriarcado ha tratado de controlar desde hace siglos. Digamos que hablamos entonces desde un tiempo en el que le estamos tratando de dar toda la vuelta al discurso: antes, y quizá aún queden resquicios de ello, se pensaba que la sexualidad femenina era un tema tabú e inexistente y que sólo se ejercía en función de la reproducción y, por lo tanto, de la maternidad; porque las mujeres sólo estábamos completas con un marido y lxs hijxs. Actualmente, en el pequeño mundo subjetivo que habito y desde dónde erijo los puentes sociales, las compas sostienen otras formas de relacionarse, solterías radicales quizás o quéséyo, la intensidad del disfrute y el placer de nuestras cuerpas, la afirmación de una sexualidad femenina activa disfrutable... y el miedo a la maternidad sino es efectuada en, aún, las condiciones ideales acorde con el sistema capitalista y patriarcal. Son pocas las mujeres que conozco que añoran la maternidad prescindiendo de una pareja, como un sueño individual. Muy significativo si tomamos en cuenta este salto generacional que ahora podemos disfrutar. 

     Pero bueno, damos el paso al disfrute y placer sexual en el momento para... Las preocupaciones por el embarazo que siempre se anteponen a una posible ETS. Ambas seguramente alterarán nuestros cuerpos de maneras reversibles o, en el pero de los casos, irreversibles.

     Recuerdo los insomnios desbordados de ansiedad y angustia cuando practicaba mi sexualidad con H. de maneras descuidadas. En el momento se sentía bien pero sólo terminaba y comenzaba el mar de angustias y, sobre todo, el sentirme sola con eso y pensamientos que me flagelaban con ofensas hacia mí misma, no por la culpa de ser activa sexualmente, sino por hacerlo con tantos descuidos. Me lleva a preguntarme, ¿qué tan poco me quería en esos momentos como para permitirme a mí y a otrxs tantas libertades lastimosas sobre mi cuerpa? Cuando ni siquiera valía la pena. Ahora las morras podemos afirmar que demandamos un vínculo sexual placentero pero aún siguen habiendo parejas violadoras, violentadoras y egoístas, que te hacen sentir como si sólo se masturbaran con el cuerpo de una. Disfrutan de nuestra libertad sexual sabiendo que no habrá un anillo de matrimonio de por medio, como garantía de que estarán con nosotras en un compromiso oficial; ya no los queremos en nuestras vidas, sólo disfrutarlos cuando nos plazca pero, ¿qué pasa cuando ese placer está disfrazado de otras emociones? Tristeza, soledad, inseguridades... Tenemos los elementos perfectos para crear una dependencia sexual que podría encubrir una falta afectiva pero conformándonos con eso. Hablo sólo por mí, porque al final en eso se transformó todo. 

     


miércoles, 26 de agosto de 2020

Fragmento de Hagiografía de Narcisa la bella (1984), de Mireya Robles

Narcisa se quedó pensando que la mujeres son tremendas; esa noche Narcisa tuvo largas horas de profunda meditación, pensó en la condición transitoria de nuestro ser, de nuestra voz, pensó que si la materia no desaparece, sino que solamente se transforma, al transformarse pasa a ser otra cosa distinta de lo que fue y por lo tanto, tenemos que admitir que si la materia no desaparece, sí desaparece su forma original; la condición eterna de las cosas es precisamente, su transitoriedad; un edificio se hace polvo con el paso de los siglos y ese polvo persiste en su transitoriedad al convertirse en otra cosa y después en otra y en otra; tal vez el eco de la voz hecha letra persista, con algunas transformaciones sufridas a manos editoras ajenas a su esencia, pero tal vez muchas se salven, rueden intactas por los siglos, y eso seré, seré palabra que lleve a los demás a mundos desconocidos, me seguirán las muchedumbres, caerá sobre ellas el peso leve de mi luz; quiero anticiparme al paso del tiempo, desintegrar mi materia, llevarla al año 2000, asomarme a lo que será mi mundo en ese pedazo de tiempo en el que ya habré cumplido sesenta años;

miércoles, 19 de agosto de 2020

Extracto de "Tecnologías de género" de Teresa de Lauretis

 Esta es la causa por la que encuentro imposible compartir las creencias de algunas mujeres en un pasado matriarcal o en un contemporáneo reino “matrístico” presidido por la Diosa, un reino de tradición femenina, marginal y subterráneo y, más aún, positivo y bueno, amante de la paz, ecológico, matrilineal, matrifocal, no indoeuropeo, etc.; en suma, un mundo no tocado por la ideología, la lucha racial y de clase ni por la televisión; un mundo no problematizado por las demandas contradictorias y las gratificaciones opresivas del género tal como yo, y seguramente esas mujeres también, experimentamos cotidianamente. Por otra parte, y en gran medida por las mismas razones, encuentro igualmente imposible dar lugar al género ni como una idea esencialista y mítica del tipo que acabo de describir, ni como la idea liberal-burguesa estimulada por los anuncios de los medios: algún día, pronto quizás, las mujeres tendrán sus carreras, sus propios apellidos y su propiedad, hijos/ as, maridos y/o amantes femeninas de acuerdo a sus preferencias y todo sin alterar las relaciones sociales existentes y las estructuras heterosexuales a las que nuestra sociedad, y muchas otras, están atadas firmemente.

jueves, 13 de agosto de 2020

¿Por qué leer a mujeres?

 Escribir es lo único que me ha sujetado con una relativa cordura. Es decir, ya sé que estoy loca, pero disimulo mi caos; algunas veces con más éxito que otras. Sin embargo, eso siempre se asoma, se me escurren los destellos de locura en la mirada, en los suspiros y, sobre todo, siempre, en las palabras cuando siento dentro una flamita incentivada.

Hoy me siento loca y escribo. Hago esto para desenredar la urdimbre de ideas, o pactar el sueño por las noches se hace aún más difícil. Me creo una red abstracta para recoger esas ideas, concretarlas a través de palabras porque, ¿qué más es la realidad sino la evocación de la misma? Ejercicio dialéctico de lo que se produce en la mente y nos atraviesa el cuerpo hasta darle alguna forma, algún sonido.

Estuve pensando en la clase de hoy sobre los criterios que intervienen para dar una clase de literatura. Mis posiciones feministas me han hecho tener un rencor y resistencia hacia el canon que ha sido androcéntrico. Entiendo que puedan darse las lecturas de maneras diferentes porque los tiempos han cambiado y, en breve, cada sujetx tiene su subjetividad; o sea, las interpretaciones van a ser distintas en tanto que nosotrxs diferimos en experiencias. Habrán coincidencias y diferencias, pero no creo que sintamos lo mismo al enfrentarnos con una obra; esa tarea sería bastante difícil de explorar. 

Pero bueno, hablábamos de las tecnologías del género en un texto de Teresa de Lauretis. Hablábamos de la Mujer como ficción y bien, no sólo la Mujer, sino las categorías de lxs sujetxs generizadxs.Entonces F. mencionó el ejemplo de las clases de literatura y cómo él enseña textos clásicos a sus alumnxs de secundaria. Yo inmediatamente recordé al profe Pancho en alguna de las hermosas clases de didáctica de la lengua y la literatura, donde nos borró de golpe la cuestión de cómo enseñar literatura. Recordaba aquellas conversaciones pretenciosas de pasillos, pensar en que obligadamente todo el mundo debería de conocer el canon. Era una Sara más joven y más crédula; después de esa clase comprendí que las maravillas de la Literatura también tienen que ver con una adecuación del ojo, hay un disfrute distinto cuando hay una formación de lectura analítica-crítica. Por ejemplo, si yo hubiera leído Rayuela a los 15 seguro hubiera aventado la novela a la segunda página; o quién sabe, quizá la haya leído toda pero me hubiera perdido de un montón de elementos ingeniosos en la ejecución narrativa a los que pude apreciar bastante cuando la leí casi al término de mi carrera. Ojo aquí: no digo que deben estudiar literatura para disfrutar las obras, a final de cuentas cada experiencia lectora y, por ende, también estética a través de este ejercicio, es meramente personal.


Vuelvo: repliqué a propósito del comentario del compañero pues que mis ideas de selección de textos sería integrar mujeres en un programa de lectura no pensando que con eso ya salvamos al mundo del patriarcado y que ahora sólo se lean a mujeres. La visión androcéntrica está en todos lados, pocas escritoras son conocidas y leídas, por eso pienso que para la circunstancia actual me importaría un pepino que se me tachara como maniquea, como si la propuesta de un ginocentrismo literario fuera a repercutir en un sesgo de realidad. Imposible. Pero creo que es un pequeño acto que les debemos a la genealogía femenina: reconocer las condiciones de desigualdad social, económica y material en las que las mujeres han escrito a través de los siglos; un desafío tremendo. No imagino las dificultades incluso para poder ser publicadas y cuántos "anónimos" en la historia realmente llevan detrás un nombre de mujer.


Recuerdo de Cecilia: Hace como un mes fui a verla a su dpto en el centro de Qro. Hizo un comentario contundente que admiro bastante: "Yo no leo a las mujeres porque tengan vulva, leo a las mujeres porque ESCRIBEN BIEN"; uno más: "que el patriarcado existe, ESO NO TE LO NIEGO. Pero, ¿qué vas a hacer para mejorar tu condición en este sistema?". Y eso me encantó, me pareció un comentario desafiante. Ya me estoy cansando de los discursos dentro de los feminismos que replican la supuesta inferioridad femenina. Sí estamos jodidas en esto que parece un laberinto patriarcal pero, ¿nos damos contra la pared o abrimos una brecha entre las bardas?

martes, 11 de agosto de 2020

¿Qué hago con esta rebeldía?

¿Qué hago con mi rechazo al miedo, 

con mi negación a ser indiferente?

¿Qué hago si mi reacción dista de contenerme

y agachar la cabeza frente a autoridades,

llámense cerdos, llámense padres?

¿Qué hago si la flama en mí se agita

cuando veo la injusticia?

¿Qué hago si mi sentir no se apacigua, 

sino que me revienta y me lleva a la acción instintiva?

¿Qué hago ante mi incapacidad

de mantener el equilibrio 

a veces, o casi siempre, quizá, 

de las vísceras a la racionalidad?


¿Qué hago con ese miedo que no tengo,

o que me rehúso a ponerle un nombre,

o un cuerpo, sobre todo si fuese de hombres?




miércoles, 5 de agosto de 2020

miércoles, 29 de julio de 2020

Fragmento de "Árboles petrificados" de Amparo Dávila. Qué belleza

Quisiera vivir este mismo instante mañana, en un día abierto para nosotros. Pienso en una ciudad donde pudiéramos caminar por las calles sin que nadie nos conociera ni nos saludara, estar tirados en una playa sola o vagar por el campo cogidos de la mano. Quisiera conocer contigo el mundo, quisiera entrar contigo en el sueño y despertar siempre a tu lado. Te miro fijamente, quiero aprenderte bien para cuando sólo quede tu recuerdo y tenga que descifrar lo que no me dices ahora. Una parte de mi vida, estos minutos, se van contigo. No sé decir las cosas que siento. Tal vez algún día te las escriba sentada frente a otra ventana. No sé tampoco hasta dónde soy feliz. Cada despedida es un estarse desangrando, un dolor que nos asesina lentamente. Estamos llenos de palabras y sentimientos, de un silencio que nos confina en nosotros mismos. Tal vez esta habitación nos queda demasiado grande o demasiado estrecha y por eso no sabemos qué hacer con nuestros cuerpos y las palabras. Miras el reloj. El tiempo es una daga suspendida sobre nuestra cabeza. Después vendrá la tarde vacía como esas cuando no estás conmigo, cuando nos separamos y nos falta la mitad del cuerpo.
[...]
Caminamos cogidos de la mano. Caminamos hacia el fin del mundo. La noche ha caído sobre nosotros como una profecía largo tiempo esperada. Las calles están desiertas, somos los únicos sobrevivientes del verano. Este viejo jardín nos estaba esperando. El tiempo ha dejado de ser una angustia. Estamos tan completos que no deseamos hacer nada, sólo sentarnos en esta banca y quedarnos como dos sonámbulos dentro del mismo sueño. Los pájaros revolotean entre las ramas, caen hojas. Estamos unidos por las manos y por los ojos, por todo lo que somos hoy y hemos logrado rescatar de la rutina de los días iguales. Aquí sentados hemos estado siempre, aquí seguiremos sin despedidas ni distancias en un continuo revivir. Suenan las doce en esta noche perdurable. Han pasado mil años, han pasado un segundo o dos.

domingo, 26 de julio de 2020

Detox

Etimología

Del latín de-.

Prefijo

1
Indica descenso, dirección hacia abajo, procedencia.
  • Ejemplo: decaer, deponer, deducir
2
Indica separación, límite.
  • Ejemplo: definir, delimitar
3
Indica falta de o lo contrario de lo significado por la base
  • Ejemplo: deformación, decolorar
4
Delimita o refuerza lo significado por la base
  • Ejemplo: decorar, demostrar, describir



(Voy a empezar un periodo de depuración, desintoxicación, desde adentro.)

martes, 21 de julio de 2020

“De lo que significa vivir y no solo permanecer viva” by Elena de Hoyos


Cómo habitar mis horas
para que no vuelen
como cáscaras vacías
Cómo espantar
las culpas ávidas de castigar
sueños inconclusos
El refugio de la poesía
no alcanza
a saciar la sinrazón
del ser, sin hacer
Cuál de las que soy
es la que vale oro
y cuales son desechables
Cómo elegir
a la que me habita en el momento
sin traicionar a las otras

Escritoras mexicanas


Recomiendo este artículo para colegxs que se interesan y mueven en los ámbitos de la literatura. Al margen de pretender crear una visión ginoecentrista, para mí es un ejercicio ético y político enfatizar y visibilizar la labor literaria femenina. Lo Universal tiene muchas caras, cuerpos, interseccionalidades, sólo que el androcentrismo le puso cara de vato. Desde los feminismos es importante imaginar y construir otros caminos, sin olvidar la multiplicidad que nos acompaña.
nada, creo que al menos eso les debemos a las escritoras si consideramos las condiciones históricas, sociales, políticas, ¡materiales! que intervinieron en su ejercicio artístico (la carga mental del hogar, los accesos a ser publicadas [incluso trascender el "anónimo"]).
El texto va de la importancia que cobran las referentes literarias en México en la construcción de los imaginarios (tema de mi actual interés), muestra estadísticas de la inclusión de mujeres en las lecturas escolarizadas y sobre proyectos que se encargan de la labor arqueológica-teórica del rescate de escritoras que llegaban a la línea del olvido. Espero que seamos muchxs quienes disfrutemos de estos aportes.


Además, hay un podcast que, sospecho, vale la pena escuchar. Se llama Hablemos Escritoras, espacio virtual de mujeres dialogando sobre aspectos competentes a la literatura, de editoriales y traducciones, por ejemplo. 

Cumple COVID

Los 28 me sorprendieron cruda y con cólicos. Escurro sangre.

De mi dolor y debilidad surge ese líquido. Gracias a la copa se lo di de beber a mis plantas. ¿Ya son oficialmente mis hijas?, ¿ya tengo un linaje?

sábado, 18 de julio de 2020

De la tocaya Ahmed en La política cultural de las emociones

Es significativo que la palabra "pasión" y la palabra "pasivo/a'' compartan la misma raíz latina, passio, que significa "sufrimiento". Ser pasiva quiere decir que se actúa en nuestro nombre, como una negación que ya se siente como un sufrimiento. El temor a la pasividad está ligado al temor de la emotividad, en donde la debilidad se define en términos de una tendencia a ser moldeada por otros. La blandura se narra como una proclividad a ser herida. La asociación entre pasión y pasividad es ilustrativa. Funciona como un recordatorio de cómo la "emoción" ha sido considerada "inferior" a las facultades del pensamiento y la razón. Ser emotiva quiere decir que el propio juicio se ve afectado: significa ser reactiva y no activa, dependiente en vez de autónomaª. Las filósofas feministas nos han mostrado cómo la subordinación de las emociones también funciona para subordinar lo femenino y el cuerpo (Spelman 1989; Jaggar 1 996) . Las emociones están vinculadas a las mujeres, a quienes se representa como "más cercanas" a la naturaleza, gobernadas por los apetitos, y menos capaces de trascender el cuerpo a través del pensamiento, la voluntad y el juicio.


martes, 14 de julio de 2020

Ideas del absurdo

Tener espacios de enunciación sólo garantiza ruido en el sistema. ¿Qué distingue a las voces que decidimos escuchar/leer?

En estos tiempos parece que hay competencias virtuales sobre quién tiene la razón sobre [ingreseaquítemadeactualidadydedudosarelevancia]. Sabes quién ganó y/o perdió a través de la cantidad de likes, corazones, retweets o reacciones.

¿Para qué tantos esfuerzos en un intento vano de creerse tan importante?
¿Desde cuándo las discusiones en redes engrosan los minutos?
¿Cambiamos algo?, ¿sería ese el objetivo, cambiar algo?

Todo es un posicionamiento político. ¿Vas a hablar desde lo que sabes, intuyes, sospechas o sientes?, ¿cuál de todos esos verbos tendrá mayor validez?, ¿depende del interlocutor?

Estamos perdidxs en el laberinto de la subjetividad.

Revelación fugaz:

Perdí.
Y ni siquiera
sabía
que
estaba
jugando.

domingo, 12 de julio de 2020

Sunday nite: Nickstalgia. Hello, stranger.

Pasando por el baúl de los recuerdos de la infancia: busco algunas series que me remiten a mis 10-13 años: Are you afraid of the dark?, Hey, Arnold!, As told by Ginger.  De la última me marcó mucho este capítulo: cuando Ginger escribe un poema para su padre desconocido.




De los comentarios de youtube recuperé esta transcripción del poema en inglés y español:
"She was gone"

She chose to walk alone Though others wondered why Refused to look before her, Kept eyes cast upwards, Towards the sky. She didn't have companions No need for earthly things. Only wanted freedom, From what she felt were Puppet strings. She longed to be a bird. That she might fly away. She pitied every blade of grass For planted they would stay. She longed to be a flame, That brightly danced alone. Felt jealous of the steam That made the air its only home. Some say she wished too hard. Some say she wished too long. But we awoke one autumn day To find that she was gone. The trees, they say stood witness. The sky refused to tell. But someone who had seen it said The story played out well. She spread her arms out wide. Breathed in the break of dawn. She just let go of all she held... And then she was gone. Traducción No tan literal..... Ella eligió caminar sola Aunque otros se preguntaron por qué Se rehusó a mirar lo que estaba ante ella, Con los ojos puestos hacia arriba, Hacia el cielo. Ella no tenía compañeros No hay necesidad de cosas terrenales. Sólo quería libertad, Por lo que ella sentía eran Cadenas de títeres (cuerdas de Marioneta). Ansiaba ser un ave porque solo así podría volar lejos. Ella se compadecía de cada hoja de hierba Que se debía quedar plantada. Ella anhelaba ser una llama, Que vivamente baila sola. Sentía celos del vapor Eso hizo que el aire fuera su único hogar. Algunos dicen que ella deseaba demasiado. Algunos dicen que ella deseó demasiado tiempo. Pero despertamos un día de otoño Para descubrir que se había ido. Los árboles, dicen, fueron testigos. El cielo se negó a contar. Pero alguien que lo había visto decía La historia se desarrolló bien. Ella abrió los brazos. Respiró en el amanecer. Ella soltó todo lo que tenía ... Y luego se fue.

sábado, 11 de julio de 2020

Esto no es ningún realismo mágico ni real maravilloso; es y fue realmente espantoso.



Tengo una serenata de un grillo en mi terraza. Me estresa, me irrita. Los grillos me son tan insoportables como los días calurosos y soleados (recuerdo de aquélla tierra, supongo). Flashback explicativo: un verano de 2005, quizá, hubo la peor plaga de grillos que he vivido. Recuerdo incluso que a partir de ese verano modificamos el nombre de la ciudad en la cura local: Hermogrillo. Recuerdo estar rodeada de esos insectos en la casa xaterna. Recuerdo despertar de una siesta en el cuarto de mis xadres (el único que contaba con refrigeración en aquél tiempo) y descubrir partes de la morfología de estos insectos a mi alrededor. Explicación: se habían metido en la refrigeración y esta los había pulverizado y escupido por partes. Recuerdo salir temprano a la escuela y ver la cochera tapizada de grillos. Escenario prolongado durante días y noches. Memorias del asco, qué más da.

Primer texto desde mi torre individual

Querido diario:

Quizás hay actitudes permanentes en nosotrxs. Bueno, hablaré de mí, primera persona, presente y a veces ausente de tanto mirar hacia atrás (en alguna viñeta que vi de una jirafa psicóloga ella advierte de adquirir tortícolis si seguimos con esa práctica riesgosa). Memorias y memorias de construcción identitaria se me escurren de la cabeza a los dedos. K creisi.

Ayer fui al super. Iba inicialmente por mi maldita pasta dental que olvidé comprar en la farmacia; encías sensibles y caras, además. Husmeé por los pasillos. Hice compras necesarias, innecesarias y fancies. Me pregunté si ir al super sola a comprar helado y cerveza me convierte en adulta. ¿Salir a sacar un juego extra de llaves es algo más adulto?, ¿cuándo sabemos si llegamos a eso?

Las ideas a mis trece años sobre la adultez eran: aburrimiento, matrimonio, maternidad, trabajo Godín, no lo sé, un vivir-para-otrxs (gran tema en el feminismo), tomarse la vida "en serio". ¿Eso significa que vivo de a mentiras?, ¿qué onda con el concepto de la chavorruquez?, ¿no ajustarnos a lo que el imaginario colectivo de la adultez nos demanda nos vuelve chavorrucos? No me ajustaba ni cuando era adolescente, creo. En fin, creo que a veces se me escurre la Sara Niña, la Sara Adolescente y la Sara adulta que trata de encajarse a fuerza de golpes de realidad en este molde donde todxs alrededor te recuerdan esa edad; pronto esas marcas corporales de la edad. Atisbo los momentos en los que eso será un tema recurrente.

Por ahora me disfruto a estos casi acabados 27. No vivimos en vano. Más vieja y espero que menos estúpida. Más agradecida y con ganas de escuchar otras experiencias, no imaginarlas ni procurar hablar por ellas sino es-cu-char-las.

Últimamente siento que oscilo entre la paz y la locura. He aprendido a calmarme sola. Procuro otras prácticas de distanciamiento; necesito recuperar mucha energía perdida en meses de inestabilidad. Respirar, planear, pensar, sentir, prever. Alejarme de redes sociales, esto va de maravilla.

Linda novedad: iniciamos un círculo de lectura unas queridas amigas y yo. Ñoñamente feliz y esas cosas.


miércoles, 24 de junio de 2020

Broadcast oelcrushmusicaldestosdías

I found the fragance separate from the flower
In all the logic I was lost
I found the fair light blossom to be sour
And beneath the soil, the real cost
You came to me
Carelessly
I am iris and the lense
The bridge adjusting to the water
Water, water, water
The level inside will rise
A fallen monument lies
A prism is only walls
My arms will not be bars
The well now is your supportIn autosuggested pathways
You are caught


lunes, 15 de junio de 2020

Experiencia lectora de Pelea de Gallos de Ma. Fernanda Ampuero

Acabo de cerrar el cuentario con un suspiro. Me lo leí en dos días pero pudo caber en una buena dosis de lectura de unas 6 horas para procesar todo lo que contienen los cuentos de Ampuero. Maldición, son re buenos. Ya tengo mis favs, definitivamente fue un gran acierto comenzar con "Subasta", desde que lo leí aquí surgió el apetito de continuar leyendo la producción de la escritora ecuatoriana. Sin embargo, creo que "Luto" y "Pasión" fueron mis favoritos, vaya ejecución del cuento, que narrativa tan precisa y circular. 

La experiencia de leer de nuevo con ojos críticos por la calidad prometida de este cuentario me causó satisfacciones estéticas bien interesantes, en ella predomina la reiteración de las violencias filiales o familiares, las vísceras, las analogías animalescas, el incesto; y todos los simbolismos que esto puede conllevar. Recordé algunas cosas de mi paso por la escuela de letras. ¡Hace tanto tiempo que no leía de esta manera! Vinieron memorias de esas clases de la Introducción a los Estudios Literarios y me esforcé por tratar de recordar el mapa que el profe B. nos compartió para hacer análisis narrativo. No lo recuerdo.

Pero bueno, este post no se trata de hacer una crítica literaria bastante premeditada. Sólo ofrezco un intento de reseña, si eso significa compartir una experiencia de este tipo.

Hace tiempo leía un post sobre el "nuevo" boom latinoamericano hecho por mujeres sobre todo a través de la forma del cuento. No las he leído a todas pero varias de sus nombres están en mi lista. En fin, Ampuero está dentro de ese post y ahora está sobre mi escritorio. Siento que doy inicio a un ciclo de literatura fem y, como inherente a mis ojos ahora, está el color violeta a través del cual construyo esta perspectiva de los productos culturales... O de todo en realidad.

Bueno, los personajes de Ampuero. Uf, qué volada de cabeza. Las voces narrativas que transcurren más en experiencias relativamente cotidianas: tomando el sol en la mesa de un hotel, en la fila del supermercado, las reuniones entre amigas, la especulación diurna flotando en una alberca, las casas, los dormitorios, los peligros del descuido en un viaje de taxi, etc. La configuración de los espacios, la nostalgia en "Crías", la anacronía y los detalles culturales que te transmiten ese cuándo en la historia. Los juegos nominalistas, las intertextualidades o referencias hacia personajes de historias que muchísimas personas conocemos a partir de una tradición religiosa con bases judeo-cristianas. Los personajes femeninos de otros tiempos y de estos: "malas mujeres" (brujas, putas, etc), "buenas mujeres" en tanto obediencias a los patriarcados pero conteniendo inconformidades ante esa sumisión machista, de variadas clases sociales y corporalidades, en preferencias sexuales, en fetiches, en incestos, en soledades (sobre todo juveniles), en momentos de vida variados. Las analogías y simbolismos de los espacios. El estilo que recurre a las escatologías humanas e incluso una prosa que de repente nos embelesa por su tinte poético.

¡En fin, qué linda experiencia leer a Mafer! Les voy a dejar una cita que me llegó como anillo al dedo por motivos de mis asaltos de nostalgias personales recientes:


"Yo también me gradué, empecé la universidad, la terminé, seguí diciendo que sí a los hombres, rompiéndome como un vaso barato contra las paredes de diferentes casas. O sea, creciendo. Después me largué del país, mi padre se murió sin que yo supiera quién era ese hombre que tanto quise que me quisiera -la peor forma del amor-, di mil vueltas como el hámster en la moscovita estúpida y un día volví y caminé los diez pasos que me separaban de su casa.
-¿Quieres verlas?
Digo que sí porque digo que sí a los hombres. Me levanto y subo con él las escaleras que no he subido en cientos de años, en mil vidas, o sea, ya nunca. La peste, como un ocupa, se ha adueñado también de la zona de arriba, hay un obstáculo para cada paso. No sé qué es toda esta mierda, pero sé que si me caigo no me podré volver a levantar, que me hundiré en la blanca acumulación de basura y que ahí me quedaré para siempre, como un insecto en ámbar, como Alicia cayendo y cayendo por el hueco del árbol. El país de las maravillas: una casa del sur atestada de desechos. El conejo blanco: el hermano raro al que han abandonado todos. Pone su mano en mi mano y me lleva a la que siempre fue su habitación."

"Volver, lo sabe todo el mundo, es imposible. Luego de los abrazos y las lágrimas viene el verdadero reencuentro, estar frente a frente a los mismos cuando nosotros ya somos otros, frente a ellos cuando no sabemos quiénes son. O sea, nadie frente a nadie. La charada de qué lindo todo, qué rico, cuánto extrañaba. Nos buscan donde ya no estamos, los buscamos donde ya no están y ahí empieza la tragedia."




martes, 9 de junio de 2020

Novedad poética

Hoy me vi publicada y se me arrasaron los ojos de lagrimitas. No sé cuál sea el criterio de selección de Poesía de morras, pero el caso es que mi subjetividad reflejada en texto viajó digitalmente y ahora está al alcance de más pares de ojos. Me puse feliz :).


"Un cuarto en blanco"

Estoy tan vacía que
te regalo mis emociones textuales
para ver si en alguna de ellas
encuentras resonancias de
voces y caras.

Te obsequio el vacío de mi cabeza
y de mis ojos
y de mi lengua.

Ya sólo siento cómo me atraviesa
directa
precisa
la idea hasta la tecla

Te dejo con mi todo
que es nada
o muy poco.

Me abandono a
lo contrario de toda
es-pe-cu-la-ción.

Me voy con el sentir vacuo
característico de estos tiempos.
Y acepto los huecos
que me habitan
muy
dentro.




Mi mente viaja. Nadie me había publicado desde la gaceta literaria de la preparatoria. Me siento medio perdedora por emocionarme tanto por esto. Pero bueno, trato de trabajar en ello.

lunes, 8 de junio de 2020

Petricor

Tuve que googlearlo porque nunca fui capaz de recordar esa palabra para designar un aroma que me encanta. Es el olor que acompaña memorias de tiempos sentidos como extra ordinarios. De cuando vivía en un territorio caliente donde las lluvias nos visitaban muy de vez en cuando, sólo para que no olvidemos que existe y celebremos su llegada; no siempre era benévola, quizá la agradecíamos en la ilusión hasta que nos colmaba la realidad del tráfico y los cráteres de hormigón.

A los momentos más brujiles de la tormenta le preceden los atardeceres sepia: mezcla de luz y polvo como sólo es posible ver en un lugar tan desértico. Hay un revoloteo en el aire y es capaz de traernos partículas de quién sabe dónde, pero las casas terminan llenas de polvo, regalo del viento.

Ahora estoy instalada acá donde pocas cosas me remiten a mi vida allá (porque sigo teniendo una) y aunque la lluvia nunca fue tan recurrente en el corazón de Sonora como aquí en el Bajío, siempre me vuelve una nostalgia de experimentar la lluvia en el norte otra vez, porque como quiera las lluvias son diferentes; incluso nuestra relación con ella. Aquí, si aparece, la vida transcurre de forma ordinaria; allá pareciera que le temen a ella, quizá porque es inusual, qué sé yo, pero de todas formas reacciono como si estuviera allá: le huyo a esa agua recia y fría de un cielo rugiente, donde las gotas lastiman como pequeños granizos. Así fue mi último cumpleaños, por cierto.

En fin, el olor a petricor es una compañía que me pone de muy buen humor.