lunes, 24 de febrero de 2020

Querido diario

Hoy comencé mi día, como siempre, feministeando. Evito las discusiones por todos los medios con onvres y/o machos en general, pero esta vez me resultó difícil contenerme. Al final de cuentas tengo mis propios criterios para considerar necesaria una intervención.
El caso es que, sobre el riot de ayer en Hillo parece que la sociedad sonorense está muy alarmada por los papeles donde muchxs asumen que estaban las respuestas hacia sus denuncias. Incluso se ha sugerido que esos papeles pertenecían específicamente a los casos de la población más vulnerable: las infancias. Siguiendo esta línea hipotética y especulativa, orillan a la interpretación de este acto como: las feministas serán las culpables si esos casos (quién sabe con certeza cuáles) no se resuelven.
Sostenerme en mi posición política en un post de FB patrocinado por mi carnal, derivó en una discusión con un onvre, donde me iluminó de varias formas, por ejemplo: que él tiene muy claro que es lo que las feministas hacemos y deberíamos hacer, que no importan las infancias en la lucha feminista. Además, me dejó tarea y me solicitó unirme a las Guerreras buscadoras.
Creo que me daré de baja en la Maestría en Estudios de Género a propósito de la intervención de este onvre. Iré a buscar un espacio de acción con aprobación masculina para legitimar mi vida.


Genial respuesta creada por la twin:

Querida Sara: 

que bueno que te diste cuenta de que hay otras formas de luchar. Los monumentos y edificios son herramientas que nos ayudan a recordar la historia, tan bellamente escrita por los onvres y algunas mujeres a las que les dimos permiso de ejercer sus derechos. Espero que entiendas que esos papeles que se quemaron, aunque nadie los lee, son impresindibles para perpetuar el bello ejercicio de la memoria. Espero que ahora en adelante interiorices que las mujeres ayudan más a la sociedad recordando: recuerda que los valores son importantes, recuerda educar a los hijos, recuerda que debes ser buena para que nada malo te pase y recuerda que si algo malo pasa nosotros, los onvres, estaremos llenando formularios para engrosar estas bellas carpetas, catálogos de la impunidad, y haciendo como que hacemos hasta que de tanto escribir se nos olvide que somos humanos. Pero no importa, las recordadoras nos recordarán que hay muchos asuntos pendientes aquí sobre personas que se han convertido en números para poder olvidarlas más fácilmente. Con amor, onvrezito.

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