martes, 26 de noviembre de 2019

Esto lo escribí el 12 de septiembre de 2017

Llevo encerrada desde, quizá, las 5 de la tarde. Hoy me tocó descansar, desperté tarde, creo que como a las 11. Me bañé y bajé para encontrar a R. en el café (dijo que tenía algo para compartir). No nos entendimos pero sí nos encontramos y, a final de cuentas, decidimos volver a casa. Me encerré un rato, traté de leer, no pude -qué novedad. Preparé una salsa bandera para comer molletes con los frijoles hechos por las manos de doña Perita. Comimos y robamos un poco de jamaica de C. Bajamos juntas, ella al café; yo al banco y a una tienda departamental. Volví. Apenas si nos hablamos; quemó un poco mi short. En fin, no quiero hablar de él, por lo menos no en este momento del texto.

Volví a casa y lavé todos los trastes. Vine a encerrarme en mis cuatro paredes y vi una película random. Tuve la intención de ver Melancholia pero no estaba accesible; es decir, no en Netflix. Hablé un rato con mi mamá antes de decidirme a ver esa peli... Pensaba escribir, le dije a ella que lo haría, se lo dije a M. ayer y me lo dije a mí y llevo semanas evadiendo ese hecho.

Ahora estoy aquí, tratando de exprimir algunas letras que le hagan justicia al título de esta entrada...

No he ido a mis clases de "Desarrollo artístico del siglo XX hasta la Segunda Guerra Mundial", el maestro se fue a NY y creo que hasta la próxima semana iré. Esa clase siempre me pone en perspectiva acerca de la ausencia de las mujeres en el arte. En cada sesión escucho sobre artistas masculinos y no entiendo por qué la ausencia de mujeres... ¿será una cuestión catedrática o así se escindirán en la historia del arte?, ¿de verdad no estuvieron?, ¿emergen con la revolución sexual? Son preguntas que quizá alcance a contestarme de forma tentativa al final de este curso... Sin embargo, no dejo de pensar también en aquél ejemplo que pone Virginia Woolf en "Una habitación propia" y que se refiere a la situación "hipotética" de que si Shakespeare hubiera tenido una hermana con el mismo potencial creador que él pero quien, también, tuvo distintos impedimentos para desarrollar su talento, concretamente la imposición del mandato de género. Eso me remite a la idea que existe en los estudios feministas sobre los binarismos que en este caso sería hombre/cultura, mujer/naturaleza, ese tipo de asociaciones... Y bueno, como leí un ensayo/crítica acerca de la tesis de maestría de Rosario Castellanos, me quedo pensando en esa circunstancia que aún no alcanzo a entender del todo....

No hay comentarios:

Publicar un comentario