"Quizás se trate sencillamente de que me veo a mí misma estructuralmente desplazada entre diferentes lenguas, y encuentro en el pensamiento postestructuralista una representación conceptual adecuada de un estado que experimento íntimamente como mi propia manera de ser."
"Lo afectivo es una fuerza capaz de liberarnos de los hábitos hegemónicos de pensamiento. En este esquema, la afectividad representa lo pre consciente y lo pre discursivo; el deseo no sólo es inconsciente, si no que además permanece no pensado en el corazón de nuestro pensamiento, porque es la fuerza que sostiene la actividad misma del pensar. Nuestros deseos son aquello que se nos escapa en el acto mismo de impulsarnos hacia adelante, dejándonos como único indicador de quiénes somos, las huellas de dónde hemos estado ya, o sea, de aquello que ya no somos. La identidad es una noción retrospectiva."
"Una práctica feminista radical posmoderna exige que se preste atención a la identidad como conjunto de identificaciones y también a la subjetividad política como la búsqueda de lugares de resistencia."
"El nómade no representa la falta de un hogar ni el desplazamiento compulsivo; es más bien una figuración del tipo de sujeto que ha renunciado a toda idea, deseo o nostalgia de lo establecido. Esta figuración expresa el deseo de una identidad hecha de transiciones, de desplazamientos sucesivos, de cambios coordinados, sin una unidad esencial y contra ella.
Sin embargo, el sujeto nómade no está completamente desprovisto de unidad: su modo es el de patrones categóricos, estacionales, de movimiento a través de derroteros bastante establecidos. La suya es una cohesión engendrada por las repeticiones, los movimientos cíclicos, los desplazamientos rítmicos. En este sentido, yo tomaré al nómade como el prototipo del “hombre o la mujer de ideas”; como dice Deleuze, la clave de ser un nómade intelectual tiene que ver con cruzar fronteras, con el acto de ir, independientemente del destino de su viaje."
"El tiempo del nómade es el imperfecto: es activo, continuo; la trayectoria nómade lleva una velocidad controlada. El estilo nómade tiene que ver con las transiciones y los pasos sin destinos predeterminados ni tierras de origen perdidas. La relación del nómade con la tierra es una relación de apego transitorio y de frecuentación cíclica; como antítesis del granjero, el nómade recolecta, cosecha e intercambia pero no explota la tierra."
"Para mí, el feminismo es una práctica, así como un impulso creativo, que apunta a afirmar la diferencia sexual como una fuerza positiva. El nuevo sujeto nómade feminista que sostiene este proyecto es una entidad política y epistemológica que debe ser definida y afirmada por las mujeres en la confrontación de sus múltiples diferencias de clase, raza, edad, estilo de vida y preferencia sexual. De acuerdo con esto, veo al feminismo actual como la actividad destinada a articular las cuestiones de la identidad del individuo, del cuerpo y del género con las cuestiones relacionadas con la subjetividad política, y a conectarlas, tanto con el problema del conocimiento como con el de la legitimación epistemológica. Desde mi perspectiva, una de las cuestiones centrales que están en juego en este proyecto es cómo conciliar la historicidad y, por consiguiente, la acción, con el deseo (inconsciente) de cambio. La tarea más difícil es cómo unir la voluntad de cambio con el deseo de lo nuevo, lo cual implica la construcción de nuevos sujetos deseantes."
"El pensamiento crítico no es una diáspora de los pocos elegidos sino que es un abandono masivo de la polis logocéntrica, del supuesto “centro” del imperio, por parte de seres pensantes, críticos y resistentes."
"Políticamente, el estilo nómade expresa mis dudas sobre la capacidad de la gran teoría para reflexionar sobre las cuestiones mismas que yo considero esenciales: el falogocentrismo, el etnocentrismo, el carácter positivo de la diferencia. La forma de pensar de la filosofía, como una disciplina del pensamiento, es en alto grado falogocéntrica y antinómade; mantiene un vínculo privilegiado con la dominación, el poder y la violencia, y, en consecuencia, requiere mecanismos de exclusión y dominación como parte de sus prácticas habituales. La filosofía se crea a sí misma, tanto por medio de lo que excluye como por lo que afirma. La gran teoría, especialmente la filosofía, postula sus valores mediante la exclusión de muchos: no hombres, no blancos, no instruidos, etc. La necesidad estructural de esas figuraciones peyorativas de la alteridad me hace dudar de la capacidad teorética, sin mencionar la voluntad moral y política, del discurso teórico para obrar de un modo no hegemónico y no excluyente."
"Ser nómade, vivir en transición, no significa que uno no pueda o no quiera crear aquellas bases estables y tranquilizadoras para la identidad que le permiten a cada uno desenvolverse en una comunidad. Antes bien, la conciencia nómade consiste en no adoptar ningún tipo de identidad como permanente. El nómade sólo está de paso: él/ella establece esas conexiones necesariamente situadas que lo/la ayudan a sobrevivir, pero nunca acepta plenamente los límites de una identidad nacional, fija. El nómade no tiene pasaporte; o tiene demasiados."
"He experimentado esto en mi propia existencia: sólo cuando hallé cierta estabilidad y cierta sensación de pertenencia parcial, respaldada por un empleo permanente y una relación feliz, pude
en verdad empezar a pensar adecuadamente en el nomadismo. Con lo cual no quiero decir que el acto de pensar en el nomadismo en realidad anunciara su fin como un hábito existencial dominante en mí, sino más bien que esta noción se me hizo visible y en consecuencia pude expresarla sólo cuando estuve lo bastante situada para captarla verdaderamente. La identidad es retrospectiva; representarla implica que podemos diseñar mapas precisos, pero sólo de los lugares donde ya hemos estado y en los que por lo tanto ya no estamos. Las cartografías nómades deben volver a trazarse constantemente; por cuanto son estructuralmente opuestas a la fijación y, en consecuencia, también, a la apropiación rapaz. El nómade tiene un agudo sentido del territorio, pero no de su posesión."
"Yo prefiero ficcionalizar mis teorías, teorizar mis ficciones y practicar la filosofía como una forma de creatividad conceptual."
"Carolyn Heilbrun ha comentado las dificultades que encuentra al tratar de transformar el canon académico masculino de modo tal de hacer justicia a los talentos literarios femeninos. Heilbrun atribuye esto no solamente a la resistencia política de los varones a la lucha feminista en procura de reconocimiento intelectual, sino también al hecho de que la mayor parte de las mujeres universitarias fueron entrenadas para hablar en el lenguaje del hombre: el falso modo universal convertido en fetiche del humanismo occidental. Por consiguiente, la creación del conocimiento feminista requiere prestar renovada atención a la expresión de una diferencia fundamental en los textos de las mujeres: “Los textos de las mujeres, en su mayor parte, fueron urdidos de maneras secretas, fueron difíciles de descifrar, peligrosos si eran descubiertos por las personas inadecuadas o meramente mal leídos, mal interpretados”. De acuerdo con Heilbrun, es tarea de las estudiosas feministas denunciar esta diferencia y actuar sobre la relación asimétrica que crea con el modo académico establecido."
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