Cuando era niña, una niña a quien yo quiero mucho me dijo que su mamá le había dicho que yo estaría muy bonita si no estuviera gorda. Yo me quedé en shock porque quizás fue la primera vez que alguien me decía que mi cuerpo estaba "mal" y no lograba descifrar el mensaje. No me había visto desde esos ojos nunca pero ese día, creo, empecé y me sentía mal por ello. Tenía alrededor de 10 años. Yo no le tengo rencor a esa niña que ahora es una adulta, en realidad ahora pienso en cómo a esa edad ya habíamos asimilado el mensaje de saber cómo era un cuerpo bello según nos dicta la hegemonía. Algunas cosas no salen de todas formas, porque años después me dijo cómo yo no sabía el sufrimiento que conlleva cumplir todos los estándares de belleza. ¿Está claro?
De niña tuve como compañera de escuela a una niña que no me
caía muy bien desde que se empeñó en demostrar que su nombre era más bonito que
el mío. Digamos que compartíamos el primer nombre pero el segundo era
diferente. Yo le dije que estaba ok. Ella insistió e hizo una encuesta en todo
el salón para terminar riéndose de mí y afirmar cómo ella tenía esa seguridad,
verdad o certeza de tener un nombre más bonito que el mío. Yo sigo revisitando
ese sitio en mi memoria y aún no logro comprender...
A veces recuerdo esos momentos y me duele en alguna herida
que me acompaña sabiendo que eso que viví y que sigo reviviendo de otras formas
pues en realidad estaba cargado de varias cosas. Entre ellas la gordofobia
interiorizada, la resistencia hacia la hegemonía de la belleza, la búsqueda
alternativa de vivir mi cuerpo en un mundo en el que me sentía cada vez más
loca. Ahora celebro todas esas resistencias y trato de sanarme a mi propio
ritmo con mucha autocompasión, autocuidado y paciencia. Empecé a aprender a
quererme recientemente pero lo importante es iniciar, ¿no? Este tema me trae
muchos temas y quizás ahora quise compartírselos porque comprendo que situarnos
en el cuerpo nos muestra cómo esto nos atraviesa, nos lastima, nos mueve sitios
emocionales y, vaya, nos hace vulnerables también.
Ese deseo de ser percibidas como "bonitas" también
nos puede llevar a ejercer violencias de las que ni siquiera nos percatamos y
pueden empezar desde bien temprano. ¿Qué hay del tema del poder en la belleza?,
¿seguiremos hablando?
No hay comentarios:
Publicar un comentario