Comienzo a pensar que si de niña comía jabón quizás era para limpiarme por dentro. Últimamente han vuelto esas ganas de meterme a la boca un poco de ese jabón humedecido que huele tan bien cuando lo uso para lavar mis manos. Y eso coincide con mi necesidad de higienizarme por dentro para que todo vuelva a la normalidad en esta dimensión individual y corporal.
Traté de encontrar un sentido perdiéndolos todos... Y parece que lo logré. El punk rock permanece.
lunes, 26 de abril de 2021
De la noche en que Donna Haraway y yo nos hicimos amigas a través de la lectura del Manifiesto ciborg (1984)
"Se ha convertido en algo difícil calificar el feminismo de cada una añadiendo un solo adjetivo o, incluso, insistir en cualquier circunstancia sobre el nombre. La conciencia de exclusión debida a la denominación es grande. Las identidades parecen contradictorias, parciales y estratégicas. El género, la raza y la clase, con el reconocimiento de sus constituciones histórica y social ganado tras largas luchas, no bastan por sí solos para proveer la base de creencia en la unidad ‘esencial’. No existe nada en el hecho de ser ‘mujer’ que una de manera natural a las mujeres. No existe incluso el estado de ’ser’ mujer, que, en sí mismo, es una categoría enormemente compleja construida dentro de contestados discursos científicosexuales y de otras prácticas sociales. La conciencia de género, raza o clase es un logro forzado en nosotras por la terrible experiencia histórica de las realidades sociales contradictorias del patriarcado, del colonialismo y del capitalismo. Y, ¿quién cuenta como ‘nosotras’ en mi propia retórica? ¿Qué identidades están disponibles para poner las bases de ese poderoso mito político llamado ‘nosotras’? ¿Qué podría motivar nuestra afiliación a tal colectividad? La dolorosa fragmentación existente entre las feministas (por no mencionar la que hay entre las mujeres) en todos los aspectos posibles ha convertido el concepto de mujer en algo esquivo, en una excusa para la matriz de la dominación de las mujeres entre ellas mismas."
sábado, 24 de abril de 2021
Fragmento del cuento "La señorita Superman y la generación de sopas instantáneas" de Regina Swain
—Las niñas buenas no fuman, y tampoco
hablan mucho; comen como pajaritos y nunca llegan a su casa después de las diez
de la noche. ¿Lo entiendes, nena, lo entiendes?— continua una madrerreina desde
su trono hermoso y perfumado.
Y
la niña contesta:
—Pero,
¿y las sopas instantáneas, madre, y las carreras de perro por conseguir
trabajo? ¿Y las idas a la penitenciaría a recabar información, dónde meto todo
eso? ¿Dónde lo coloco? ¿A un lado de los osos de peluche? ¿Entre las sábanas
blancas?
¿Dónde
guardo las prostitutas de la Zona, mamá, dónde pongo las angustias? ¿Dónde el
miedo de no ser lo suficiente y la sarta de palabras agregables a
"suficiente"? Suficientemente linda, suficientemente buena,
suficientemente seria, alta, bella, fuerte, brava o experimentada.
¿Cómo
viven hoy las niñas buenas, entre gritos y conflictos bélicos, entre azul y
buenas noches, entre listas de amores frustrados, líneas de coca y uno que otro
arponazo a la conciencia, entre nubes de humo que se burlan?
¿Y
la amenaza del SIDA, madre, y los condones de colores, y el borracho de la
esquina, dónde, dónde colocarlos? ¿Dónde guardo a la niña asesinada, madre, no
a la niña muerta, a la a-se-si-na-da? ¿Dónde guardo los quehaceres innombrables
mientras explicas a las amigas del cafecito que a tu niña le ha dado por jugar
a Luisa Lane y ser moderna, cuando yo me siento sólo una Clark Kent fracasada?
¿Dónde
guardo la presión del trabajo, las muertes de migrantes, la mujer de la
maquila? ¡Ya no caben con las Barbis!
Y
es que vivimos en una generación de sopas instantáneas y amores instantáneos,
que no duran más de cuatro copas, madre, andamos por la vida con máscara
antigases, y nos brotan trincheras en el alma, y bombas en el cuerpo, una
generación de "quítate o te como", "me estorbas, te mato",
donde el compact disc sustituyó al disco de pasta como las computadoras nos
sustituyen a nosotros, donde ahora las llamadas por teléfono son de máquina
contestadora a contestadora, madre, y la soledad es absoluta. Donde estamos
fragmentados, diluidos, reciclados, mientras los que se dicen
profetas/defensores ecológicos pululan por las calles pronosticando el último
desastre y el número ganador de la lotería, y los clubes de intelectuales te
juzgan por la cantidad de hojasgastadastintaderramada y se han asociado ya con
tiendas y papelerías, y la Nestlé reparte la cultura, y se reparten sus ropas,
madre, mientras uno se enamora del apóstol reacio y renegado, madre, y se lanza
a vivir un amor látex a fuerza de sexo enlatado, madre.
Donde
estamos solos.
jueves, 15 de abril de 2021
Hoy el abuelo dijo adiós
Ma y pa recorren el camino hacia el sur, con un destino fijo en medio de la nada: el ejido que le encantaba al abuelo. Van al velorio, a despedir al viejo Mumulmea. Que en paz descanse después de todo el recorrido sobre este plano.
martes, 13 de abril de 2021
Soundtrack de esta temporada. Un mix remarkable de este año.
Quién sabe cuántas veces he pulsado re play a este mix. Me imagino en la terraza de mi antigua casa en Guanajuato, fumando un cigarrito y echándome una caguama, con mis lucecitas de colores rítmicas y bailando en calzones. ¿Así o más plástica la ilusión?
domingo, 11 de abril de 2021
Miedo #2132343241
Terminar hablando un lenguaje que nadie más comprenda.
Pero en términos estrictos, ¿acaso no es eso lo que ocurre diario? , ¿crear esfuerzos por construir puentes comunicativos con la ilusión del entendimiento mutuo?
Quizá Rayuela sí me jodió tantito la cabeza; es decir, creo un intersticio subjetivo desde donde todo puede parecer posible, quizá sería ambicioso decir que es alógico aunque probablemente lo sea. Un espacio en lo que todo es y ya está.
viernes, 9 de abril de 2021
de los procesos no lineales
Está doliendo la cicatriz e impregna territorialmente otras zonas de mi cuerpo que no tienen qué ver con ella. Duele y no me deja dormir bien. Actualización del insomnio: agrégale el dolor de dormir de costado, y el pilón de un diagnóstico que no llega.
lunes, 5 de abril de 2021
Kerido diareo,
En
las últimas semanas he mencionado que tengo un pacto patriarcal con unas
morras. Lo he llamado así aunque en realidad es una parodia del mismo. Es
decir, desde la prepa nos reímos de la figura del machito repulsivo que vemos
en nuestros contextos. Incluso caigo en
cuenta de que nos hemos apropiado de lo que Butler llama la performatividad
queer, que es "la fuerza política de la citación descontextualizada de un
insulto homofóbico y de la inversión de las posiciones de enunciación
hegemónicas que esto provoca". De manera ñoña percibo que ahí es donde
precisamente radica lo cómico de todo esto, de sentirnos capaces de reírnos de
las palabras que se han integrado en los vocabularios para ofender a otras
personas por salir de los parámetros de la normalidad (whateverthatmeans).
No
es de extrañar que muchos de esos insultos los hayamos recibido en algún
momento pero no sé, siento que hay un mecanismo de despolitización inverso del
insulto cuando hacemos esto de la performatividad queer. Qué va, es reírnos de
nosotras mismas y en ese proceso nos resignificamos algunas heridas
emocionales. Hasta siento que de repente lo llevamos demasiado lejos que para
cualquiera que no esté familiarizadx con ese lenguaje podría resultar incómodo,
¿imaginan la anormalidad riéndose de su misma condición?, ¿será demasiado cursi
decir que resulta terapéutico?
Me
encantan estos espacios en los que aún podemos jugar con todo, como un micro
lugar carnavalesco de códigos suspendidos que tampoco comprometen nuestro
habitar regular por el mundo. Me da miedo a veces perder mi capacidad lúdica.
La neta sin eso mi existencia no tendría sentido, si dejamos de reír (o
cualquier otra actividad inventiva), ¿qué nos queda?
Es
todo, amikes. Reflexiones random de una morra random.
Pd.
A veces me pregunto si será una forma de hacer drag king.
bai